1. Patricia , entre padre y hermano


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... agaché para levantarla. No me baje sobre mis rodillas sino que me doble por la cintura, supongo que lo hice para ver como reaccionaba Mario, y él… reaccionó como yo esperaba. Se acopló detrás de mí apoyando su verga contra mis nalgas. Fue como un bálsamo sentir su verga dura y caliente, apoyada en mis glúteos y no sé si por la calentura que tuve durante todo el tiempo en que, desnudos y tocándonos, preparamos la comida o por el deseo de que nuestro padre nos encontrase copulando que comencé a mover mi culo apoyado contra ese duro pedazo de carne. Él, creo que también caliente se sentó y una silla y me hizo sentar sobre su poronga. La misma, conocedora del camino se fue introduciendo poco a poco en mi vagina. Cuando la sentí totalmente dentro de mí, empecé a sacármela y metérmela y cuando la tenía bien adentro me movía circularmente sobre ella. A Mario eso lo excita mucho y esa vez no fue la excepción. Pues agarrándome de las tetas, y jugando con mis pezones, empezó a descargar chorros y chorros, calientes, fuertes y grandes de esperma en el interior de mi vagina, haciendo que yo comenzase a aullar y si digo aullar es porque es lo que hacía, aullaba en lugar de gritar. Parecía una perra en celo, que quería verga y más verga aún más verga. Parece que mi deseo fue tanto, que sin darme cuenta sentí como una verga rodaba por mi cara. Abrí los ojos y vi a mi padre, con el calzoncillo y el pantalón en los tobillos restregando su verga sobre mi cara. No me extraño, lo que me habría ...
    ... extrañado era que no se despertase ante mis gritos o que no se excitase viéndonos coger. No pude, como tantas otras veces meterme más que la cabeza de semejante poronga, pero rodeé toda su superficie y lengüeteé sus huevos. Me imagino que Mario se dio cuenta, porque abrió los ojos, y viendo el pedazote de mi padre dijo: —Ahora entiendo porque te lo alaban tanto, es grueso como mi puño. —Y ahora veras como se lo traga la concha de tu hermana Y uniendo lo dicho al hecho me levanto, de mi hermoso asiento sobre el choto de mi hermano y me colocó sobre la mesa. Inmediatamente ensartó su porongo en mi concha, que lo recibió sin problemas pues ya estaba bien dilatada por la verga de mi hermano, la cual si bien no es chica no puede compararse a la de nuestro padre, y estaba bien humedecida por la acabada que hacía pocos instantes me había regalado. Tan caliente estaba mi padre que al poco tiempo de estar bombeándome, y sintiendo mis gritos de “dame tu leche” comenzó a acabar, dándome una cantidad inmensa de semen, como si hiciese meses que no garchaba, y yo sabía que eso era falso pues la noche anterior se descargó en mi interior dos veces y esa misma mañana igualmente me llenó la concha de leche, antes de irse a trabajar. Habiendo acabado se dejó caer sobre mí y así estuvo hasta que recuperando fuerzas me la sacó, haciendo que pase mi lengua por su ojo ciego a fin de tragarme hasta la última delas gotas de esa acabada. Diez días me cogieron entre los dos, dejándome llena de leche ...