1. Esclavizado en un campamento de verano - (1)


    Fecha: 19/04/2018, Categorías: Gays Autor: Rikoooo, Fuente: SexoSinTabues

    ... vino el mundo encima, sería ridiculizado, insultado y cosas peores durante el resto del campamento, y sólo habían pasado dos días de las dos semanas que estaríamos allí. -Sí, es lo que haré, y ahora mismo, -me dijo dirigiéndose a la puerta Yo corrí detrás de él y le agarré el brazo -¡Robert!, para por favor, haré lo que quieras, lo que me digas, pero por favor no digas nada, que quede entre tú y yo, no lo volveré hacer, por favor, -dije casi sollozando. -¡Aparta! -Me empujó con el brazo, realmente tenía más fuerza que yo. -¡Lo que sea, de verdad, da igual tu pide!, -se me acababa el tiempo, si cruzaba la puerta estaba perdido. - ¿Lo que sea?, me dijo con la voz baja, parecía pensativo... - Si, lo que sea, no me negaré, pero no lo digas por favor -Está bien, -me dijo-, no lo diré, pero serás mi perrito durante este campamento, harás lo que te diga sin rechistar -Claro, claro, lo que tu digas –en ese momento sólo pensaba en terminar aquel horrible momento, y parecía que se acababa- Pensé que se referiría a limpiar la habitación, a llevarle cosas, a ser algo así como su sirviente, pero… nada más lejos, la primera en la frente. -Vas a ser mi perro, y te comportaras como tal- -Lo que sea, di lo que sea, pero no digas nada- -Cuando entres en este cuarto te desnudaras, meterás tu ropa en mi armario y te pondrás a cuatro patas como hacen los perros buenos, ¿está claro? Aquello me cayó como un jarro de agua fría, no entendía nada, pero para qué, pensaba, mil ideas se me pasaban por ...
    ... la cabeza… -Pero, pero ¿es necesario?, Robert tío -Como quieras-, se giró y giró el pomo de la puerta de la habitación -¡Vale vale!, lo que tu digas, si, si, haré eso que dices Quitó la mano del pomo y se giró, justo en ese momento en el pasillo se oyó la voz de un monitor que gritaba ¡todos al comedor!, el me miró con una expresión seria -¿Vas a bajar así?- señalándome los pies Me miré los pies, no llevaba zapatillas, lo había olvidado por completo, me las puse, salimos de la habitación, cerró con llave, se la metió en el bolsillo, como era ya costumbre, y bajamos juntos al comedor en silencio. En el comedor nos sentamos uno enfrente de otro, no era capaz de mirarle a la cara. Durante la cena se me pasó por la cabeza de todo, huir, llamar a casa, ¿pero qué diría en casa?, que me cambiasen de habitación, pero seguro que se chivaría, pensé que lo ideal sería pisar lo menos posible por la habitación. El terminó de cenar antes que yo, la verdad, no tenía apetito, y tenía más ganas de vomitar que de comer en ese instante, se levantó y me dijo: -Oye me subo ya, cuando termines de cenar sube que te tengo que dar lo que me has pedido antes, no tardes…- se giró y se marchó. El plan de no pisar por la habitación acababa de fracasar antes de ser puesto en práctica, me quedaba una última esperanza y era que los monitores tuvieran alguna actividad programada para después de la cena y evitase así ir al cuarto en al menos un rato, pero nada de eso ocurrió, no había nada. Fui de los últimos ...
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