1. INFIDELIDAD Y RECOMPENSA ( Dos machos me dejan más que satisfecho) PARTE 1


    Fecha: 23/04/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... meses. Es un tipo atractivo, exitoso con las mujeres que concurren al gimnasio. De 26-28 años, se lo notaba histérico y calentón, simpático y franeléro con todos. Yo me lo imaginaba satisfecho sexualmente, dado el trato que dispensaba a las mujeres, creía que no le faltaba con quien coger. Me atraía con su físico y el bulto que carga, pero no intenté nada ya que lo consideraba hétero. Y tratarlo con cierta indiferencia fue lo que aparentemente hirió su ego y lo atrajo hacia mí. Pasó a estar pendiente de mis consultas y comenzó a corregirme de manera personalizada, transformándose en un compinche- amigo, muy divertido y conversador. Por supuesto que yo aprovechaba a dejarme tocar y tocarlo, a insinuarme y a evaluar sus reacciones. Para indicarme un ejercicio, se ponía a mi espalda siempre, ocasiones que yo usaba para rozarle o apoyarle mi culo en su apetitoso bulto. Siempre me hacia comentarios de los culos de las mujeres y lo que le gustaría hacerles y yo le seguía la corriente. Una noche fuí tarde al gimnasio y me quedé hasta la hora de cierre, él está encargado de cerrar. Sabía que él se duchaba antes de irse y le avisé que me quería duchar. Me dijo que no había problemas, que él cerraba, se duchaba y si lo aguantaba, salíamos juntos. Mi plan de coincidir en las duchas y ver a ese macho desnudo estaba en marcha, era la ocasión que esperaba y la iba a aprovechar. Demoré en la ducha hasta que llegó y comenzó a desnudarse, si vestido me calentaba, verlo mientras iba ...
    ... descubriendo su cuerpo, me generó una tremenda calentura y su consecuente erección. Mientras él, ajeno a todo comentaba que tenía el suspensor empapado de líquido pre semen, por lo caliente que lo habían tenido las mujeres, toda la tarde. Que hacia 20 días que su novia no lo atendía y que estaba a punto de explotar. Esas palabras me decidieron a actuar. Salí de la ducha mostrando mi erección, para su sorpresa y avancé sobre su bulto. Mientras le decía que podía ayudarlo. Se rió nervioso, pero dejó que mis manos maestras, hicieran poner su mástil erecto, sobresaliendo de su suspensor. Me puse de rodillas, chupe su suspensor y recorrí con mi boca su verga dura, escuchando un suspiro que escapaba de su boca. Paré y sonriendo le pregunté si seguía, por supuesto que con una sonrisa suya, obtuve su aprobación. Liberé su verga, que saltó como un resorte, brillante su cabeza, húmeda y goteando. Superaba mi imaginación en cuanto a tamaño y me dispuse a saborearla, gozarla y exprimirla para mi deleite. Chupé, lamí, tragué toda esa herramienta que tenía en mis manos. Pase mi lengua por sus huevos cargados, arrancando suspiros de gozo de Manuel. Puso sus manos en mi cabeza y empezó a mover su cadera, llevado por su calentura, me estaba cogiendo la boca y su trabajo alcanzó resultados. Acelerando su respiración y llegando cada vez más profundo, hasta mi garganta, sentí esa deliciosa verga aumentar su tamaño y explotar. Su descarga abundante me llenó de leche calentita y sabrosa, que me apresuré a ...
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