1. Jennifer seduce a su padre


    Fecha: 02/05/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... no había leído su diario. Había que seguir por otro camino. Media hora más tarde, Jennifer, estaba sentada frente a su padre. Llevaba puesto un chándal amarillo y calzaba unas zapatillas con peluches. Jennifer jugaba con las piezas blancas y había dado jaque a su padre. Ricardo iba a mover un alfil. Jennifer bajó lentamente la cremallera de la parte superior del chándal. Ricardo vio cómo iban apareciendo las tetas, grandes, redondas. Le dijo a su hija: -¡¿Qué haces?! -Refrescando las boobs. Aquí hace mucho calor. -¡Qué boobs ni que leches, esas son tetas de toda la vida! -Sí, toda una vida me llevó tenerlas. -No te va a servir de nada intentar despistarme. Ricardo salió del jaque. Al rato Jennifer le volvía a dar jaque. Ricardo analizaba la jugada y Jennifer volvió a jugar con la cremallera del chándal. Esta vez la bajó aún más. Se veían las mitades de las areolas de las tetas, unas areolas rosadas y grandes como galletas María. Ricardo hizo un mal movimiento. Jennifer, subiendo la cremallera de la parte superior del chándal, exclamó: -¡Jaque mate! -¡Serás chanchullera! -Era la única manera de ganarte. -Ya va siendo hora de que te eches novio, así no andarás con esos jueguecitos con tu padre. -Prefiero echarme novia. Ricardo se escandalizó. -¡¿Qué?! -Era broma. -¡Uffff! -Pero no lo descarto. -A ver si me vas a dejar sin nietos... -Tranquilo, hombre, tranquilo. No me atraen las mujeres Jennifer le dio un beso en la mejilla buscando la comisura de los labios de su padre y la ...
    ... encontró. Le gustó el suave roce de los labios, y le gustó pensar que a su padre también le había gustado. Al día siguiente, por la mañana, antes de llegar las sirvientas, iba Ricardo a la cocina, en pantalón de pijama y a pecho descubierto, y al pasar por la sala vio a su hija vestida con el mismo chándal de la noche anterior, con coletas, saltando a la cuerda. Sus tetas subían y bajaban. Jennifer, le dijo: -Estás hecho un chaval, papá. Ricardo, le preguntó: -¿Cómo es que madrugaste tanto? Tú eres de desayuno en la cama y a las once. -Tengo que ponerme en forma. -¿Para qué? -Para sentirme bien conmigo misma. -Buena razón. Voy a comer algo. Ricardo se fue a la cocina. Estaba echando unos corn flakes en una taza. Llegó Jennifer. Lo abrazó poniendo las tetas en su espalda, y le dijo: -Echa también para mí. Ricardo, sintiendo las duras tetas de su hija, le dijo: -Deja de hacer tonterías. ¿Qué te pasa, Jennifer? Lo de anoche, esto. ¿Qué buscas? Apoyando su cabeza en la espalda de su padre, le respondió: -A ti. Al hombre. Al padre sé que lo tendré siempre. Ricardo se separó de su hija y se sentó en una silla a la mesa de la cocina. -Tienes una empanada mental que no te aclaras. Te lo he dado todo. Nunca te he negado nada. ¿Por qué me pides lo único que no te puedo dar? Jennifer seguía de pie. -Porque estoy enamorada de ti. -Escúchame bien, cariño. Tú aún eres una niña, y yo jamás le haría daño a una niña, y menos si esa niña es mi hija. -Escucha tú, papá, dejé de ser niña el día que ...
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