1. Jennifer seduce a su padre


    Fecha: 02/05/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... me bajó la primera regla. ¿Te acuerdas de la vergüenza que pasaste para explicarme lo que yo ya sabía y que tú tuviste que mirar en Internet? De eso ya hace más de seis años. -Sí que me acuerdo. Vale, no eres una niña, eres una mujer, y muy bella, pero, por favor, busca un novio, cariño. No me hagas sentir mal. Sabes que daría mi vida por ti, pero hacer... eso. -El amor, papa. Tú y yo haríamos el amor y sería algo dulce y maravilloso. Ricardo no había tocado los corn flakes. -¡Estás loca de atar! -¿Me atarías? -¡Ganas me dan de darte unos azotes! Jennifer le habló a su padre con voz de mimosa, poniendo morritos, rodeando su cuello con sus brazos y volviendo a poner las tetas sobre su espalda. -Azótame el culito, por fa, papá, azótamelo. Ricardo, se levantó de la silla, Jennifer se apartó. Ricardo, yéndose, gruñó: -¡Esto es para castigarte de por vida! -¿Adónde vas? -¡A trabajar! La empresa no funciona sola. -¿Seguiremos esta noche con la conversación? -Creo que no me va a quedar más remedio. A las nueve llegó Ricardo a casa. Llamó por su hija. Le contestó desde el comedor. Cuando Ricardo llegó al comedor, la mesa estaba puesta. Jennifer vestía un vestido largo, rojo, con escote palabra de honor, y calzaba unos zapatos rojos. Estaba cargada de diamantes, los llevaba en un anillo, en una pulsera, en los pendientes y en la gargantilla... Sus carnosos labios y sus uñas las llevaba pintadas de rojo y los ojos de verde. El cabello lo llevaba recogido. Al verla de pie, al lado de ...
    ... la mesa, Ricardo, exclamó: -¡Hija! ¡¡No creo que haya sobre la tierra una mujer más hermosa que tú!! -Gracias, papá. ¿Cenamos? -¿Qué sirvienta se quedó? -Herminia. Cenaron lubina, perdices, y de postre, lo que más le gustaba a Jennifer, flan. Casi una hora más tarde, después de haberse ido Herminia, en la sala de estar, Jennifer, sentada en un sillón, al lado de su padre, le dijo: -Me siento como una princesa de cuento de hadas. -Te falta el príncipe, hija. -Tú eres mi príncipe. Jennifer le dio un beso en los labios a su padre. -No vuelvas a hacer eso. -¿No te gustó mi beso? -Claro que sí, cariño, claro que sí. Fue el beso más fresco que me han dado en mi vida. Pero los besos conducen a otras cosas. -Pues deja que te coma a besos. -¡Ni a punta de pistola! -Me ves poca cosa. -No digas tonterías. Veo a mi hija. -Déjate ir por una noche, papá. Si mañana te arrepientes de haber hecho el amor conmigo, te prometo que no te volveré a molestar más. Si hace falta me meto en un convento para olvidar lo que siento por ti. -No me voy a acostar contigo, hija. Jennifer volvió a besar a su padre, y le susurró al oído: -Déjate ir. -Debía salir corriendo de aquí. Lo volvió a besar. Le toco la polla por encima del pantalón y notó que estaba empalmado. Siguió susurrando. -Déjate ir. -Vamos a arder en el infierno. Jennifer, al oír esas palabras, supo que ya lo tenía. Le quitó la polla, y antes de mamarla, le dijo: -No, papá, arderemos en mi habitación. Ricardo se dejó ir... Jennifer le hizo una ...