1. Espiando a mi cuñada Paty (Parte 1)


    Fecha: 12/05/2018, Categorías: Incesto Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos

    ... joven, y las más apetitosa, ella y yo solos cada tarde. Ella descuidada y yo un mirón cachondo con mucha leche. Luego entonces mi atención se centró solamente en Paty, la más chica de algunos 20 años, estatura un poco más de lo normal, más bien alta, piernas largas bonitas y torneadas, culo grande bien proporcionado y unas tetas enormes, y lo mejor de todo es que casi siempre usaba falda o vestido, algunas veces shorts pero muy cortos que al andar se le metían entre las nalgas un espectáculos erótico sin igual. Un vez mi esposa la increpo por su forma de vestir y sentarse frente a mí en la sala, y le dijo –Siéntate bien le estas mostrando los calzones a Peter, a lo que ella dijo –Pues que mire algo bueno, levantándose adrede la falda de enfrente, dejando ver sus hermosas piernas y sus pantis color rosa, deliciosos, Juanita airada le contesto –Acá tiene lo suyo cuando se lo acaba. Y Yo bueno, conste, pensé entre mí. Paty me había dado entrada, tal vez inocentemente o jugando, pero yo sentí que la verga se me quería parar delante de ellas. Hice un esfuerzo pensando en otra cosa pero toda la tarde tenía en mi mente la imagen de su puchita. Me empecé a obsesionar tanto que esperaba la hora de que se fuera a la escuela, para ir a su cuarto y checar sus pantis que se había quitado esa mañana, y los olía sintiendo ese olor peculiar que despide la ropa íntima de una mujer con el uso, y los jugos de su vagina. Llegue a ponerme su ropa íntima y masturbarme con ella, otras veces solo ...
    ... la olía y ese perfume me despertaba el lívido de una manera incontenible, pensar que ese trozo de tela contenía parte de ella, de su esencia de mujer. Además casi siempre encontraba uno o dos bellos púbicos, de color castaño claro, los que pasaba por mi lengua, imaginando donde habían estado prendidos. Estimulaba tanto mi lívido que empecé a eyacular cantidades tremendas de semen, tanto viendo como oliendo y tocando su ropa íntima usada, que ya casi no buscaba a Juanita, la deje en paz todo su embarazo. Ella ni en cuenta. Una tarde regrese del trabajo sin hacer ruido como siempre intentando encontrarla mal sentada o algo así, y la encontré dormida plácidamente en su cuarto que daba de frente al mío, con la puerta entreabierta. Y ahí estaba ella, dormida con una pierna doblada dejando ver todo su culo y su puchita palpitante, yo miraba extasiado tocándome la verga frenéticamente, entre a mi cuarto para resoplar un poco, porque el corazón se me salía, pero desde ahí se miraba pero no con detalle. Me arme de valor y entre a su cuarto, me senté a la orilla de su cama para verle su cosita más de cerca, y la vi, abultadita tremendamente sensual, con la rajadita marcándosele, y, los bellos púbicos saliéndose por las orillas, solo unos cuantos. Yo con una erección tremenda y una adrenalina de poca, que me dolió el estómago de la tensión y los huevos de contener la leche, pero prefería morir que alejarme de ahí. De repente ella como se despertó, porque cambio de posición haciendo un ...