1. ¡Mi hermana, mi mujer, uf! - Epílogo a cargo de Ana


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... interior de la casa lo derribamos para rehacerlo todo a partir de cero. Ampliamos incluso la planta de la casa, añadiéndole parte del solar que los establos ocupaban, lo que nos obligó a hacernos con bloques de piedra que prolongaran los muros originales. Cuando las obras por fin acabaron nuestra casa disponía de cuatro amplios dormitorios, dos cuartos de baño completos, un buen salón, una salita de estar y una moderna cocina. Y para que la casa acabara de ser de verdad cómoda construimos en lo que antes fuera huerta una piscinita, no muy grande pero suficiente para que disfrutaran nuestros cuatro hijos, los de Dani y Gloria y los míos, nosotros dos y algún que otro invitado, como por ejemplo Gloria. Estas comodidades se completaron con la instalación de una buena calefacción para el invierno y aire acondicionado con que aliviar los rigores estivales, ambas cosas distribuídas por toda la casa, de manera que nos garantizasen temperaturas agradables en toda época. Por otra parte parecía que la diosa Fortuna había arribado a nuestras vidas una vez que Dani y yo empezamos a vivir juntos: A mí, a poco de reintegrarme de nuevo a mi trabajo, me ascendieron a un puesto casi directivo con un interesante incremento en el sueldo y a Dani le volvió la inspiración y de qué manera: Trabajaba, trabajaba y trabajaba continuamente, dando forma en los lienzos a las mil y una ideas que ahora brotaban en su mente. Y su “marchante” no paraba de preparar exposiciones de los cuadros con un éxito ...
    ... como hacía tiempo no conocía. Los cuadros se vendían con rapidez y a buen precio: Era raro el mes que no vendía al menos dos o tres cuadros con unos ingresos mensuales de 2500 a 4000 euros. Con lo que la cosa económica no nos podía ir mejor. Esa posición económica me permitió contratar algo de servicio: Una doncella que cuide a los niños cuando yo no esté en casa y una mujer que se ocupara de las cosas de la casa, limpiarla, cocinar etc. ayudada cuando lo precisara por la doncella. Con frecuencia yo posaba para él... vestida, pues Dani decía que mi cuerpo sólo él lo disfrutaría y ni en pintura quería que nadie me viera desnuda. ¡Me salió al final de un celoso…! También Gloria posó para él cuando estaba en casa, vestida por imposición mía. ¡Sólo faltaba que a Dani le vinieran añoranzas del pasado! ¡No y mil veces no, que, como se dice, las armas las carga el diablo! Una gran alegría nos llegó cuando ya casi estábamos por ir a ocupar nuestra casa en el pueblo, ése que cada vez que visitábamos nos gustaba más. Pues un día, unos cinco meses después de llegar a mi casa, empecé a encontrarme mal, con vómitos y mareos. Lo cierto es que en ese estado ya me venía encontrando desde hacía unos días. Yo no quería ir al médico, pero Dani se empeñó en llevarme y resultó que... ¡Estaba embarazaba de casi un mes! La ilusión que eso nos produjo fue indescriptible. ¡Qué alegría teníamos en el cuerpo! Dani enseguida quiso hacer preparativos como si el bebé estuviera a punto de llegar, hasta que ...
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