1. Cunnilingus a Melina, la pendeja


    Fecha: 23/05/2018, Categorías: Grandes Relatos, Sexo Oral Autor: dandar, Fuente: CuentoRelatos

    ... izquierda bajó hasta la vagina, encontrándola enchastrada y caliente. Es lo que esperaba. Fui allí, lamiendo los sabrosos labios vaginales, metiéndomelos dentro de mi boca, metiendo y sacando mi lengua, degustando los abundantes juguitos. La pendeja se retorció, chilló, puteó. Al rozar su clítoris, duro, palpitante, Melina lanzó un grito agudo. Me separé un momento y dije: - ¿Querés que siga? - ¡Si!, ¡es hermoso lo que me hacés! - Entonces, decime que sos mi putita, mi perrita, que soy el dueño de tu papo… -reclamé. - ¡Seguí macho mío!; soy tu perra, puta, esta concha de trola es tuya! Regresé a su botón, hundo mi cara, lamo en todas direcciones, mientras levanto su cadera y meto dos dedos en el culito, también mojado. Ella gritó retorciéndose de placer. Mi boca se abrió, abarcando toda su vulva, y mi lengua jugó en círculos en los ardientes labios vaginales, hasta que la metí dentro del agujero. Y explotó. Agitada, desbocada, Melina comenzó a gozar sucesivos orgasmos. Alcancé a contarle seis, pues la profusión de sus jugos de ...
    ... hembrita empezaron a atragantarme. Me aparté un momento. Las pausas son necesarias. Agitada, bajaste tus dedos a la concha. Entonces regresé. Mi cara, lengua, dedos acariciaron en círculos su vagina y clítoris. Apretó mi cabeza con sus sabrosas piernas y nuevamente quedé inundado con sus acabadas. Su cara de placer era un poema. Quiere más Minutos después, me levanté, dándole la espalda a Melina, y bebí el tequila aguado. - A ver, date vuelta; quiero mirarte… -pidió la pendeja. Acaté su pedido, y le pregunté: - ¿Te sacaste las dudas que tenías? - ¡Del mejor modo!; pero vos no acabaste… - Acabo cuando yo decido… - ¿Querés que te la coma y acabar en mi boca? - Enseguida, ahora no… Lo que quiero es mirarte desnuda, moviéndote delante de mí… - Es lo menos que puedo hacer por vos… Poco después, Melina expresó: - Sonia me contó que cuando la hacías acabar comiéndole su concha, te pedía que le clavés la pija en el culo. Y que seguía acabando… - ¿También querés por atrás? - ¡Deseo ese pedazote en mi orto! Pero llename de leche… CONTINÚA… 
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