1. Recuerdos de Sandra - Segunda Parte


    Fecha: 09/06/2018, Categorías: Zoofilia Autor: strayxsuperfan, Fuente: SexoSinTabues

    Sandra se dio realmente cuenta de cuanto había descuidado a Gandalf cuando intentó levantar su hermoso culo del suelo. Buscando aire desesperadamente veía cómo él rompía la bolsa de croquetas olvidándose, completamente de ella. Todavía tenía hinchada y colgando pesadamente su roja verga. El nudo tenía sangre suya, pero al parecer al perro no le importaba mucho porque, apenas descargo sus ganas acumuladas, se safó violentamente de ella para ir a comer. Sus bragas azules estaban rotas y colgaban de un muslo que mostraba un rasguño que había perforado la epidermis. Sus caderas estaban igual de arañadas que su espalda, pero de menos gravedad. Su vestido tenía un agujero y al dejar la tierra para sentarse en el pasto con el fin de revisarse, quitó piedritas incrustadas en una de sus blancas nalgas. Con horror vio una cortada nueva junto a la vieja cicatriz de su rodilla. Sólo eso faltaba. El día que obtuvo aquella vieja herida de guerra fue en la segunda vez que se aparearon. Era el verano del 2009, casi cumplía 25 años. Había regresado al ejercicio y salía a correr por las tardes ya que había jurado no darle más horas extras a la oficina en donde la explotaban tanto. Sabía que eso no duraría y en los días que no salía a trotar se dedicaba a buscar un nuevo empleo. Había estado evitando a Gandalf desde hacía año y medio, cuando esa decepción amorosa, las circunstancias, el alcohol y el porrito los había acercado carnalmente una noche del diciembre de 2008. A pesar de haberse ...
    ... levantado esa mañana de finales de año a ver a la hembra que su hermano Héctor había encontrado para cruzar al perro, envalentonada por los resabios de la borrachera del día anterior, su seguridad la empezó a abandonar en cuanto se bajó de la camioneta. Estaba realmente adolorida, incluso peor que el día que perdió su virginidad a manos y verga de Damián, el mulato universitario que conoció cuando aún estaba en el colegio. ¿Notarian que sus piernas flojas la hacían caminar de "esa manera"? Apenas dió unos pasos al bajar del vehículo y un espasmo le hizo escurrir un chorro de semilla canina en la toalla. No le ayudaba mucho que Gandalf no dejara de pasar la cabeza entre los asientos para hundirla en su barriga y entrepierna mientras llegaban a su destino. Su hermano solo obtuvo una torpe explicación del tipo "me cayó maple del desayuno en la blusa". Héctor probó no ser muy brillante con ello, ya que el mismo había preparado el desayuno que La Nena había vomitando unas horas antes. Los incipientes celos por la nueva compañera sexual de su mascota se comenzaron a volver vergüenza de nuevo cuando sintió salir de su anatomía a los hijos potenciales de Gandalf. Pero el verdadero horror comenzó justo después de que Gandalf olió a la perra apenas llegaron. Ese alivio momentáneo de dejar de ser el objeto de atención de su perro se fue al demonio cuando salieron los otros machos, hermanos de la que sería su nuera y rival de amores. Los tres de inmediato se sintieron atraídos por el pubis de ...
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