1. La asesora de Afore


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ella, los dos con las piernas cerradas, pero con la verga bien adentro. Me hizo subir mis brazos, a su cuello y ella me agarró de las nalgas, me apretó contra ella y se empezó a frotar contra mi pubis con el de ella. Me movía muy fuerte en circulos, yo sentía que la aplastaba y me sostenía en mis codos, pero ella me decía que no, que me recostara completo sobre ella, que sí me aguantaba. Cuando le venía el orgasmo abría su boca y sacaba la lengua, como queriendo alcanzar mi boca, pero cuando me le arrimaba para besarla ella volteaba la cara y no me dejaba hacerlo y luego otra vez sacaba toda la lengua, mirándome bien caliente. A los tres minutos se vino muy fuerte, hasta le tuve que tapar la boca, hacía mucho ruido, parecía cerda muriéndose. Eso lo hizo otras dos veces, conmigo encima de ella me aseguraba de mis nalgas con sus manos y me refregaba contra su pubis, pero muy fuerte y descansaba a venidas de orgasmos ruidosos. Otra vez sacaba la lengua como perra en celo y se me separaba y me decía que la tenía deliciosa, que nunca se había venido tanto con un hombre, que amaba mi vergota y que me amaba a mí. ¡Sáquese que!, pensaba yo. Esta vieja qué se cree. Yo ni le contestaba. Cuando estuvo contenta, se abrió de piernas y me dijo que ya me viniera, que seguía yo. Le dimos un rato más y cuando sentí que ya me iba a venir me le quería salir, pero ella me agarró y me dijo que se los echara adentro, que quería guardarlos todo el día. NO, pensé y me le safé. Me puse de rodillas y ...
    ... se los eché en la panza y en los pechos, alguna gota le fue a dar en la cara y ella se la limpió de volada, como si le quemara. Al ver eso me paré y le dije que me limpiara bien la verga con la lengua. De sopetón me contestó que estaba bien jodido, que sólo a su esposo se la limpiaba con la boca, cuando estaba con ella. Le dije que me valía verga, que me la limpiara o se fuera mucho a chingar a su madre para siempre y que se olvidara de mí y de la empresa. Al decirle eso, cambió su actitud y me dijo que no me enojara con ella, que no me lo decía en serio. Con cara de pesos y centavos, sumisamente agarró mi verga a medio parar y empezó a lamerla toda y chuparme los restos de mecos que tenía pegados. Le dije que me lamiera bien los huevos, recordando como se había hecho pendeja hacía rato cuando se lo pedí, y las dos pelotas quedaron bien babeadas. Le metí la verga en la boca otro rato y hasta que la sentí completamente flácida la dejé que se la sacara y me la dejara de chupar. Traje papel de rollo y se lo di para que se limpiara el estómago y las tetotas de los mecos que le colgaban y nos vestimos. Abrí la puerta y ya las oficinas estaban vacías. Le dije que ya podía salir y me respondió que dónde me esperaba. Sorprendido le respondí que para qué y me dijo que para que la llevara a comer carne asada, que le gustaba mucho, hasta eso, y al motel, que quería seguir cogiéndome toda la tarde. Le aclaré las cosas y le dije que yo no iba a ir con ella a ninguna parte nunca jamás. Que ...