1. Las mellisas (Una historia real, un poco novelada por mi)


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... bañador, al ver los labios gordítos de su vulva, marcados en la lycra. Con cuidado puse la polla dentro y lamenté no tener uno más grande que disimulara mi erección. Sin palabras ella se dio vuelta y comencé con mucho cuidado con su rostro, su cuello el pecho hasta el comienzo de los senos, bajé a la parte inferior del pecho, la estrecha cintura, el vientre, incluso deslicé un dedo por el interior del bikini y sentí la suavidad de los pelos de su pubis. Sus muslos que me tenían loco, los recorrí varias veces, nuevamente sus pantorrillas por delante y terminé en los pies. Me di cuenta que estaba totalmente empalmado, así que rapidamente, salté sobre ella y me lancé al agua. Estaba fria pero deliciosa. La historia se repitió varias veces, incluso incursioné un poco en sus senos, en su pubis, hasta que un dia ya loco de exitación, le tomé el coño y quise meterle un dedo en la vagina, dió un grito y entró a la casa corriendo, me quedé de piedra. Traté de ir a hablarle, pero se encerró en su pieza con llave y no salió hasta que llegó mi padre. Él no reaccionó tan mal, pero me dijo – Arregla un par de maletas con todas tus cosas, porque mañana te vas al campo donde la abuela – No respondí nada, pero me fui al garage, cogí dos maletas y las llevé a mi cuarto, comencé a llenarlas, me quedó la duda si era por un tiempo o para siempre. La verdad no me importó, en eso escuché sus gritos – Estás loco, es nuestro hijo ¿Como lo vas a echar? – Mi padre le contestaba en voz baja, por lo que ...
    ... no alcanzaba a escuchar, mi madre gritó muy fuerte – Esto me pasa por contarte una jugarreta de Paco, tu estás loco, tu te deberías ir de casa – Al poco rato llegó mi padre diciendo – Pues nada, olvídate no te vas a ninguna parte – No le respondí nada, pero segui arreglando mis maletas, insistió – ¿Escuchaste? No vas a ninguna parte – Lo miré desafiante y respondí – Pues nada, me mandaste a casa de la abuela y me voy – Ignoro porqué, pero igual me voy y escuché como tu esposa te gritaba, supongo que algo te habrá dicho, que ahora se arrepiente – Me miró muy serio y dijo – ¿Que le hiciste a tu madre? – Respondí – ¿Antes o después de su rapto de histeria? – Lo vi inseguro – Pues me dijo que habías intentado follarla ¿Es verdad? – Sin mirarlo y poniendo cosas en la maleta respondí – Si me la hubiera querido follar, lo habría hecho y el que se iría de esta casa serías tu, yo me voy mañana y se acabó – Se me acercó con aire amenazante, pero me paré en guardia y se dio cuenta que ya no era un chaval, pese a mi edad y gracias a la natación ya tenía 1,82 y las espaldas muy anchas, para su 1,75 y bastante delgado era mucho, asi que desistió y se fue. Esa noche dormí muy tranquilo, la abuela era una mujer muy avispada y me quería mucho, puesto que fuera de sus dos hijas mellizas, solo me tenía a mi como nieto. Al dia siguente, tomé mis maletas y me fui a la puerta, mi madre estaba delante de la puerta para impedir mi partida – Tu no vas a ninguna parte – La miré fijamente – Pues nada, ...