1. Las mellisas (Una historia real, un poco novelada por mi)


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mal, lo malo es que ella no sabe como conquistarlo y quiere que tu la ayudes, me he opuesto no por celos, sinó porque eres tu quién debe decidir – No entendí bién – ¿Decidir que Almu? – Respondió – Si quieres enseñarle a seducir un joven – Solté la risa – Pero si jamás he seducido a un joven, tengo las hormonas bién distribuidas, mejor le enseñas tu, que eres capaz de volver loco al más pintado – Sonrió alagada y dijo – Tu trabajo sería decir si te seduce o no, sobre todo ¿porqué no te seduce? Ya le enseñé como hacerlo, pero quiere estar segura y entonces le dije que tratara de seducirte, que eres un chaval de mucha experiencia. Le gustó mucho la idea y entonces si aceptas, ella comenzara ahora mismo a conquistarte – Le consulté – ¿Y si lo logra Almu? Si me conquista ¿Que pasará entre nosotros? – Me sonrió diciendo – Pues que más vale que sea temprano que tarde y total como siempre, todo queda en familia, hala a examinar esa belleza – Nos fuimos a la sala donde ya estaba Paula sentada en un sillón pierna arriba y con la falda a medio muslo, sus piernas ya me eran familiares, como las de Cinthia, así que lo demás lo supuse y me exitó. Nos fuimos a acostar cada uno a su pieza, sentí ruido en el baño y pensé que Paula se estaba duchando, pasó un rato y cuando me disponía a dormir, se abrió la puerta del baño, con su luz, vi a Paula con un Body negro, con liguero y medias negras, se veía como una aparición, como un monumento a la sexualidad, me peguntó – ¿Que te parece? ¿Me veo ...
    ... sexy? – Sentí que se me secaba la garganta y prendí la luz del velador, le dije – Si no fueras mi tia, te tomaba ahora mismo y te violaba sin misericordia – Me sonrió diciendo – Sería más lindo que lo hicieras con pasión, pero también con ternura, porque así recibirías amor de vuelta ¿No te parece? – Salí de la cama con una erección a mil. Ella lo notó y dijo – Pues no me demoré mucho en conquistarte – No le respondí pero me prendí de sus labios, que se me abrieron para recibir mi beso y nuestras lenguas se confundieron en un intercambio de pasión, la abracé y sentí su cuerpo pegarse al mio, la tomé en brazos y la deposité en la cama, nos besabamos como locos, vi su lunar al lado del ojo, la señal de la diferencia. Tenía puesta una tanga, que le saqué de inmediato, le bajé la parte superior del body y sus senos quedaron a disposición de mis manos y mi boca, que los succionó uno a uno, le quise sacar el body y me pidió que después, así que bajé a besar sus muslos maravillosos, mi lengua comenzó a lavar su vulva, era un perro lamiendo su manjar, ella ya se convulcionaba de placer y me pedía – Penétrame, mételo, consuma nuestro amor – Yo estaba enloquecido, le sujetaba con fuerza sus muslos, que a golpes de pubis y caderas, parecían querer soltarse de mi permanente lamer y succionar su clítoris, sus gritos de placer llenaban la habitación, la enorme cantidad de sus fluidos, me extasiaba al paroxismo, la locura del sabor y del placer. Lentamente dejó de menearse y de gritar, un ...