1. La reeducación de Areana (24)


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Una vez que la única visita de esa tarde se hubo retirado, una señora llamada Zelmira, el Ama Amalia quiso saber sobre sus perras. -Bueno, Eva le contó su entrevista con esa profesora. –le dijo Milena. -Sí, esa mujer me interesa por su forma de ser, así que veremos. ¿Y la perrita? -Lucía le hace guarradas en la escuela, usted lo sabe, señora. –Amalia rió ante el comentario y dijo: -Sí, ya empezó a volverla loca y la voy a alentar a que siga adelante. -Ok, señora. –acordó Milena y quince minutos después, cuando Amalia ya se había retirado, comenzaba a preparar su cena y la de las perras, que descansaban somnolientas y abrazadas en la cama. …………… Era jueves por la noche y la profesora Godínez se sentía presa de una fiebre que le abrasaba la mente, el cuerpo y el alma en vísperas de su nueva clase de geografía y, consecuentemente, de su encuentro decisivo con Areana, ese encuentro en el que ella caería rendida ante el poder de Satanás ejercido a través de su enviada. Estaba decidida a sumergirse en esa corriente ígnea que la arrastraba y a desafiar al Maldito aun a costa de una primera derrota. Casi no durmió en toda la noche, apenas algún sueño ligero y breve arrancado al insomnio a puro agotamiento. Después, ya en la mañana, el baño, el desayuno y una ansiedad que se le había adherido a la mente como una ventosa. Lucía, por su parte, ignoraba, claro está, los planes de la profesora Godínez para ese día, pero tenía los suyos tras el objetivo de hacerle la vida imposible a ...
    ... Areana. Al llegar a la escuela y antes de que se presentara la esclavita se encontró con Rocío y Guadalupe: -Hoy la voy a hacer mierda en la clase de la Godínez. –les anticipó, pero fue inflexible en su negativa de contarles qué idea tenía. Areana era la comidilla de la división desde que Lucía la acusara de haberla tocado en clase, pero a ella no le importaba porque sus únicas relaciones en la escuela eran Lucía, Rocío, Guadalupe y, en menor medida, Graciana. Por fin llegó la clase de Geografía y estaba en plano desarrollo, con la profesora configurando en el pizarrón cierta cadena montañosa de Asia cuando de pronto Areana sintió el contacto de una mano en su muslo derecho, una mano que ascendía lenta e inexorablemente hacia su entrepierna. Dio un respingo y quiso apartar la pierna, pero le fue imposible en el estrecho espacio que había bajo el pupitre. -No, por favor, señorita Lucía… no… -suplicó en voz baja, pero sólo obtuvo como una respuesta una risita ahogada de su asaltante. Quiso cerrar las piernas y la consecuencia fue un fuerte pellizco en el muslo, ya presa absoluta de esa mano que en un avance final llegó a destino. Los dedos de Lucía desplazaron el borde de la bombacha y comenzaron a acariciar los labios genitales externos y a introducirse un poco entre ellos cada tanto hasta que la pérfida adolescente notó, complacida, que de la concha de su víctima comenzaba a brotar el flujo. Se ladeó entonces hacia su izquierda y con la boca pegada al oído de Areana le murmuró ...
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