1. La Historia de Lena (Parte 1)


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Humor sexual Sexo con Maduras Tabú Autor: juanmanueltercero, Fuente: xHamster

    ... o desmanes con las mujeres, pero principalmente para que jamás se aprovecharan o abusaran de mí, al contrario, para que me protegieran en todo momento. En manos de ellos quedaba mi seguridad dentro y fuera de la casa. A él tendrían que darle cuentas de cualquier desgracia.Ellos y yo lo sabíamos bien, aquel hombre era una maravilla de padre, pero muy exigente e implacable si de corregir se trataba…En algunos momentos del inicio de nuestra vida sexual, Pedro era mi preferido porque era el mayor… Pero pronto yo todo lo obtenía por partida doble…Era divertido y morboso que, cinta métrica en mano, unas dos o tres veces al año, yo les media el pene, tanto flácido como erecto… Yo sabía las medidas exactas: Pedro, 19 centímetros, gordo y cabezón, Hugo, 21 centímetros, no muy grueso y punta afilada. Lógicamente la polla de Hugo se veía más larga.Para mi gran placer y después de muchos ruegos logré que me dejaran ver cuando se pajeaban…Pronto establecimos nuestra rutina, podía ser en el baño, en la sala, el comedor, incluso la cocina; pero dependía de la presencia de nuestros padres, en nuestros cuartos era más frecuente por razones obvias.Si era con uno sólo de ellos, me ponía cerca a la par, con una mano se la cascaban y la otra la metían debajo de mi falda, libremente sobaban todo el trasero sobre el calzón, bajaban la mano y tocaban la entrepierna…Conforme les subía la calentura, metían la mano dentro del calzón y tocaban directamente las nalgas, se entretenían metiendo todos los ...
    ... dedos posibles en la profunda raja del culo, las revoluciones cardíacas subían en ellos y en mí…Seguían sobando hacia abajo hasta llegar a las calientes y mojadas carnes de mi puchis… en este punto, ellos tenían diferentes gustos…Pedro metía el dedo medio en la vagina, ya sabía hasta donde llegar porque yo aún era virgen, se mojaba bien el dedo, lo sacaba de ahí, lo llevaba a su nariz, aspiraba profundo, en seguida el dedo se lo metía a la boca, repetía varias veces la rutina, hasta que el ritmo de la paja se hacía frenético… entonces pujaba… resoplaba, el rostro se le congestionaba… y ya en pleno clímax, aventaba chorros de semen…Hugo, después de tocar la puchis, regresaba al culo, buscaba el agujero anal, metía el dedo mojado, hurgaba un poco, aquí él se ponía a punto de delirio y yo también…Sacaba el dedo, lo olía y lo chupaba con deleite y placer… repetía varias veces… después aceleraba la paja y explotaba entre fluidos y gemidos…Yo, satisfecha y realizada, mis abajos tenían sus fans, cada agujero tenía garantizada la visita que aliviaba mis comezones sexuales…Cuando estaban los dos juntos, sencillamente me quitaba el interior que llevaba puesto, y así, sin más cada quien con lo suyo… y yo, con todo… jajajajaja.Pronto aprendí la sabrosa tarea de pajearlos… mi mano derecha se hizo experta en el sube y baja, ya conocía el ritmo, la presión y la velocidad que cada una de esas maravillosas vergas necesitaba…Ellos aprendieron a tocar, a besar y a lamer mis tetas, no cabe duda ...
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