1. La tía Lilian (par 2) Primer e irrepetible encuentro de sexo


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    En la parte 1 habíamos tenido nuestro primer encuentro sexual con la “tía” Lilian una mujer madura de cuarenta y algo, yo (Luis) casi veinte. Ella separada, sin pareja y sobre todo “mal atendida” madre de Anabella una jovencita con la que teníamos algunos escarceos sexuales, que no pasaba de algunas tocadas y una que otra masturbación. Su mamá, Lilian, descubrió nuestro “entretenimiento” preguntó si habíamos tenido sexo y reconocí mi culpa por provocar o consentir el jugueteo erótico pero solo hasta ahí. Agradeció la franqueza de la respuesta y me pidió encarecidamente que no tuviera relaciones, no quería que su hija pasara lo que ella por ser madre soltera, le aseguré que no pasaría. A cambio me propuso que buscara en ella la “contención emocional”. En la semana siguiente tuve ese momento de contención, aprovechamos que el día que la hija estaba ausente por que era el día que pasaba con su padre. Fue el primero e irrepetible encuentro de sexo, donde la “tía” me hizo ser un hombre completo, relatado con la mayor fidelidad y emoción que me fue posible para reflejar un momento de mi vida, donde la tía me hizo disfrutar un memorable momento de sexualidad y afectuosa contención, en el cual también he dejado la impronta de mis mejores energías de macho y el amor de un joven agradecido a su maestra de vida. Los días siguientes a éste momento memorable de sexo y locura pasional, fueron igualmente pródigos en relaciones sexuales. La novedad del descubrimiento de una hembra con sus ...
    ... cualidades humanas y sobre todo amatorias me tenían todo el tiempo “al palo”, caliente como una caldera, en cuanto se me presentaba una oportunidad me abalanzaba sobre ella para poseerla, el lugar y la incomodidad era lo que menos nos importaba. Lo hacíamos en los lugares más insólitos, creo que no faltó lugar en la casa que no hubiera sido testigo de nuestra relación sexual, hasta esa vez que me la topé en el lavadero y ahí mismo, como en una película porno la senté sobre la lavadora (encendida) y le hice el sexo, la vibración del aparato servía para agregar el plus de erotismo por la manifiesta incomodidad, y vaya que lo disfrutamos tantísimo. Con las ganas de un joven que se encuentra con todas las ganas y ella con sus necesidades sexuales insatisfechas, recorrimos todo el Kama Sutra de posturas sexuales, disfrutamos de esta relación más de lo imaginado. Cuando comenzamos esta relación me había dicho que solo era un vínculo puramente sexual que no debíamos incorporar los sentimientos, que no seríamos pareja ni nada que le pareciera, pero… las buenas intenciones se las lleva el viento y cuando el gusto de compartir se hace pasional, se escapa lo racional. Sé bien que para ella era algo más que sexo pero nunca me lo ha mencionado, tampoco yo hacía mención que dentro de mí bullía en efervescencia algo más que deseo, a la distancia puedo entender y comprender que esos sentimientos de celos era una forma encubierta del amor profesado por Lilian. Fue precisamente esos celos que ...
«1234...8»