1. Vacaciones muy movidas, el tercer día


    Fecha: 09/08/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Vacaciones muy movidas, el tercer díaEl tercer día amaneció algo nublado, así que pasamos la mañana en la habitación. A mi me dolía todo el cuerpo, como si me hubiera pisoteado una manada de elefantes. En cambio Víctor se levantó renovado, los primeros días de vacaciones le habían resultado muy relajantes y naturalmente no tenía ni la más leve sospecha de mis escapadas sexuales con mis dos flamantes amantes. Lo primero que hizo al despertarse fue pedirme que le chupara la verga, que ya estaba bien erecta debajo de las sábanas. Lo hice acabar en menos de tres minutos y luego de darnos una ducha juntos, pedimos el desayuno en la cama.Antes del mediodía Víctor bajó al lobby, diciendo que me esperaba en la zona de la piscina del hotel. Me quedé un rato en el baño, arreglándome como para salir y comencé a tocarme pensando en las cogidas que había tenido durante los dos últimos días, en manos de esos perfectos desconocidos. Finalmente acabé en un buen orgasmo y luego fui en busca de mi maridito.Al llegar a la piscina casi tuve un infarto al ver a Víctor sentado en una mesa, conversando otra vez amigablemente con el rubio y el morocho, mis amantes.“Mi amor, por fin llegaste” Saludó alegremente mi maridito.“Te presento formalmente a estos amigos compatriotas que nos ayudaron la primera noche”.Los dos sonrieron y se levantaron a darme un cariñoso beso de bienvenida.El rubio resultó ser David y el morocho Fernando. Por fin conocía sus nombres después de haber tenido varios momentos de ...
    ... lujuria y pasión con ambos.Víctor seguía brindando y haciendo fondo blanco con los tragos, mientras que los otros dos apenas se mojaban los labios al brindar.Fernando se acercó a susurrarme: “Apenas se desmaye tu maridito, te llevo a mi habitación”.Sonreí para mis adentros, pensando que nuevamente iba a pasar otra tarde de sexo salvaje.No pasó demasiado tiempo hasta que Víctor empezó a sentirse mareado de tanto alcohol. Sus reencontrados amigos lo llevaron en andas y por segunda vez en tres días lo dejaron inconsciente en nuestra cama. David se excusó, diciendo que tenía otros asuntos que atender. Fernando se me acercó, palpó mi culo por encima de mi vestido y susurró muy suavemente a mi oído:“En diez minutos te quiero vestida como una puta barata, bien perra, bien atrevida, lista para que te haga todo lo que se me ocurra; vengo a buscarte enseguida”.Me dejó sola y elegí una falda cortísima de lamé color negro, que apenas me tapaba la cola. Un top brillante de lentejuelas negras y unos zapatos de taco muy alto. Me maquillé un poco mejor y me inserté dos dedos con gel lubricante en el ano; quería tenerlo ya dilatado y listo para que Fernando me cogiera por allí.Unos instantes después unos suaves golpes a la puerta me indicaron que mi recreo sexual comenzaba otra vez. Fernando me miró de arriba a abajo con admiración y me tendió una mano, llevándome por el pasillo hasta otra habitación cercana. Me hizo pasar y me empujó sobre la cama. Caí boca abajo y enseguida me aplastó con ...
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