1. Un beso y más: El juego de Emmanuelle


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Erotismo y Amor Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... me dijera que quería follar conmigo. Ya aquello había pasado del teatro, la broma o el juego. Se retiró no sin antes darme otro beso, pues ya anunciaban que los novios se despedían para iniciar su luna de miel. Vi como un hombre del grupo se le acercó y le dijo algo, pero ella le extendió unas palabras que no logré escuchar. Al yo pasar por el mismo lugar, él solo se me quedó mirando a los ojos y de alguna manera esquivó la mirada y me volví a unir a la euforia de la fiesta. Aquella noche Emma no manejaba, y su padre se acercó para comunicarle que ya se iban. Sin tener un acuerdo con ella, Emma le dijo a su padre que yo la llevaría a casa más tarde. Ya para este momento mis hermanas habían notado ese acercamiento de Emma conmigo, pero lo ignoraron y dejaron de sus bromas. Todos tomamos nuestros automóviles y es cuando Emma me dice: - Tony, por aquí hay un lugar muy bonito. Se ve la ciudad de San Diego y tiene una vista preciosa. - Pensé que iríamos a algún lugar más privado, donde podamos sentir el alivio de un aire acondicionado. - Tenemos mucho tiempo, la noche es joven todavía. ¡Vamos, veras que te gustara! Llegamos a un lugar donde había otros coches estacionados a un lado de la calle. Quizá unos cuatro vehículos alejados unos de los otros y donde parejas llegan a tener un encuentro íntimo bajo la luz de las estrellas, viendo el mar del Pacifico y a lo lejos las luces de la ciudad de San Diego. Se puede notar como los vehículos se mueven en esos compas del vaivén de ...
    ... una buena faena. Solo recordaba mis días de joven y a mis 47 años aquí estaba con una chica de 24. Nos estacionamos y Emma comenzó con los besos. Me miró a los ojos mientras me bajaba el cierre del pantalón, y bajo la luz de la luna comenzó a masajearme el falo con una de sus manos mientras nos comíamos a besos. Con los minutos llegó hasta mi miembro que con ansiedad ya espera esos labios que minutos antes causaron que se levantara con gran ímpetu y que comenzara a gotear por la excitación. Mi glande desapareció entre sus labios y lo mamó a como pudo, pues en un vehículo compacto deportivo, era un tanto incómodo. No tomó mucho en tomar otro rumbo cuando me dijo: -Haz tu asiento lo más que puedas para atrás. –Y mientras lo decía, Emma con una agilidad muy femenina se quitó las ligas y el bikini, y como lo esperaba, tenía al igual al que encontré en la habitación de mi casa, esa toalla diminuta con ese olor a popurrí de flores. Con una flexibilidad extrema, se vino sobre mí aun con su vestido puesto y me tomó el falo y se lo metió centímetro a centímetro lo más que pudo. Con el asiento reclinado al nivel más favorable, hemos seguido con los besos mientras mis manos llegan a sus ricos glúteos y mis dedos invaden la rajadura de sus nalgas. Su vagina y mi verga producen tanta lubricación, que embarro mis dedos para explorar ese rico culo. Pienso que lo rechazara, pero Emma lo recibe con honda excitación. La posición es incomoda y el vaivén no es tan fluido, pero tanto debe ser la ...
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