1. Un beso y más: El juego de Emmanuelle


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Erotismo y Amor Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Conocí a Emmanuelle hace algunos años atrás. Ella al igual que mi sobrina Kelly se acababan de graduar en jurisprudencia y por esos días vinieron de visita y pasaron en mi casa por toda una semana. Además de unas bien merecidas vacaciones, aquella visita tenia doble propósito, pues mi sobrina nos hacía participes a ese día tan especial para ella, pues semanas después en ese mismo verano, se nos casaba. Mi hermana Kashira se dedicó en atenderlas en esos días y mi convivencia con ellas fue un tanto esporádica. Obviamente siendo mujeres, esa relación de sobrina y tía era más estrecha que la de sobrina y tío; aunque debo decir, que mi sobrina es muy melosa conmigo y debo reconocer que es una bella mujer en todos los sentidos de la palabra. Emma, como le llaman, no se queda atrás. Con un metro y setenta centímetros, un busto de copa B y un trasero en los parámetros de 90 centímetros es un encanto. Especialmente cuando se le ve en bikini o con esa ropa de verano suelta y transparente donde en más de alguna ocasión me hizo soñar cuando prácticamente me mostraba sus tangas. No me atreví a nada más que a una entretenida conversación cuando tuvimos el tiempo, pues siendo tan bella, imaginé que había ya alguien con quien saciaba esos deseos ardientes de sus 24 años. Pasó la semana y nos despedimos con la promesa que en un mes y medio estaríamos presentes para la boda. Fue en esa despedida que mi hermana Kashira me hiciera saber que yo le había gustado a Emma. En forma de quien hace una ...
    ... broma me hacía saber que Emma se me quedaba viendo y que a pesar de mis 47 años, seguía alborotando las hormonas a mujeres jóvenes. Lo decía de esa manera, pues mi hermana creo que aun ignora que en mis últimos años, me he llevado a más chicas a la cama a quienes les sobrepaso unos 25 años. En promedio quizá sean chicas entre los 18 y 23 años, aunque de vez en cuando aparece alguna entre sus 30. Por mera curiosidad o por ese olfato masculino, ese día que llegaba la persona quien nos ayuda en la limpieza de la casa, fui a darle un vistazo a la habitación donde Emma había dormitado durante su estancia. Para mi sorpresa, me encuentro un par de pantis usadas que debí asumir eran de Emma y las había olvidado en una de las gavetas. Eran de color rosa y habían sido usadas, pues era evidente que tenía todavía la toalla femenina pegada, pues hoy en día las mujeres ocupan estas pequeñas toallas para no dejar esa mancha obvia en esa parte íntima de sus prendas y a la vez algunas de estas toallas llevan fragancias sensuales, y esta era una de esas, pues tenía fragancia de flores. Llegamos para la boda cuatro días antes, pues en California tenemos a muchos amigos y familiares. Recuerdo que renté un Mustang convertible color rojo, igual al que tengo en mi guarda coche que hizo pensar a mi sobrina y a Emma, que me había ido manejando por 48 horas para la boda. No lo desmentí hasta el último día que estuve ahí. Por esos días tuve más contacto con la bella Emma, pues obviamente ella tendría ...
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