1. Ana entregada otra vez al mecánico


    Fecha: 21/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... puta me miraba sonriendo burlonamente, mientras apoyaba una pesada mano sobre la espalda de mi esposa para inmovilizarla y le restregaba el glande entre los labios vaginales abiertos e invitantes.Ana presintió que iba a sodomizarla sin preliminares ni lubricación, así que giró su cabeza y le pidió que no lo hiciera, porque todavía le dolía mucho desde la otra vez. A cambio, le ofrecía darle todo el placer de su delicada concha, ya brillante y bien humedecida y lubricada debido a tanta excitación.Ricardo lanzó una sonora carcajada, mientras le daba un par de fuertes nalgadas con su enorme mano abierta, diciendo que iba a romperle el culo cuando se le antojara, sin importarle el dolor que pudiera causarle. Mi esposa volvió a suplicarle que no lo hiciera, insistiendo en ofrecerle sus abiertos labios vaginales a cambio.El hijo de puta seguía riéndose, cuando de repente tomó a Anita los hombros y de una sola embestida la penetró con su dura verga hasta el fondo de su dilatada y humedecida concha, arrancándole un aullido de dolor ante tan brutal intrusión.Enseguida se retiró completamente, dejándome ver esa enorme pija lubricada por los fluidos de mi esposa, para luego iniciar un perverso juego de mete y saca, provocando cada vez que entraba, alaridos incontrolables de dolor de Ana.Comenzó a darle un ritmo increíble a la tremenda cogida que estaba disfrutando, sonriendo cada vez que mi mujer se quejaba de dolor.Extrañamente, noté que Anita no lo estaba disfrutando esta vez, ...
    ... solamente la oía gemir entrecortadamente y parecía sufrir en lugar de gozar.La tortura a la que estaba siendo sometida duró un buen rato todavía, hasta que Ricardo llevó su cabeza hacia atrás y aulló como un perro, dando a entender que estaba empezando a gozar de un placentero orgasmo.De repente tuvo una especie de convulsiones, demostrando que estaba vaciando toda su carga de semen en el fondo de mi esposa. Ella seguía muy callada.Ricardo finalmente acabó su goce, besando la nuca de mi mujer, susurrándole al oído que era una putita increíble, “su” putita a partir de ahora. Luego se retiró muy despacio, como si intentara prolongar su goce, hasta que pude ver su enorme verga todavía bastante rígida.No me quedaban dudas, el tipo era una verdadera máquina que podía coger durante horas sin cansarse.Le dijo a Anita que todavía no estaba satisfecho y que le iba a dar por el culo como la primera vez, hasta que se le terminara el estado de erección y la calentura. El llanto y las súplicas de mi esposa parecieron tener efecto, ya que no insistió por el momento y dijo entonces que pasaría por nuestra casa en los próximos días para obtener lo que quería.“Flaco, parece que te gusta ser cornudo y mirón además…” Dijo entre carcajadas.“Tu mujer es mi putita de ahora en adelante y me la voy a coger cuando yo quiera.”Me acerqué a Anita, que todavía seguía apoyada sobre el auto, tratando de recuperar la respiración. Ricardo la había cogido bien duro y bastante rápido; así que ella no había tenido ...