1. El final de mi matrimonio


    Fecha: 03/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta que él me lo pidió. -Lo siento, Sandra. Pero lo estabas haciendo de una forma increíble. -Está bien. Me cogiste como hacía mucho tiempo nadie lo hacía. Lo disfruté mucho. ¿Tienes que irte?- Le pregunté cuando ví que se vestía. -Todavía tengo algo de tiempo. Pero no sé si sea suficiente para repetir. -Eso déjamelo a mí. Pero, bueno. Siéntate y descansa. Voy por más café ¿gustas? En la cocina me encontré a mi suegro, escondido en la sombra, se seguía masturbando. -¿Contento, viejo cochino?- le pregunté -No tanto como esperaba, pero estuvo bien. No pensé que fuera a terminar tan rápido… Chúpamelo ahora, o cancelo el cheque. Anda, Sandrita, estoy por venirme y quiero hacerlo en tu boquita. -¿Estás loco?- Alcancé a decirle, pero al instante, don Fernando me tomó del cabello y me obligó a ponerme de rodillas. Yo no opuse más resistencia porque me aterraba la idea de que Jorge nos sorprendiera así. -¡Abre la boca, puta!- Me ordenó don Fernando y yo dejé que me metiera su verga por la boca. Me estuvo jalando del cabello mientras le daba placer con mis labios y cuando eyaculó, casi me ahoga, pues lo hizo muy cerca de mi garganta. Me levanté y me limpié asqueada su semen -¿Te digo algo? Coge más rico que tú- Le dije en el tono más hiriente que fui capaz de entonar. -Bueno, al menos yo sí te hago terminar. No como él. Pensando en que don Fernando tenía razón, volví a la sala con las dos tazas de café y me acurruqué en los brazos de Jorge para calmarme. Dos hombres acababan de ...
    ... venirse en mi boca y aunque me parecía terrible al principio, dejó de importarme –Entonces ¿Te gustó lo que te hice con la boca?- le pregunté a Jorge cuando me tranquilicé -¿No se notó? Me hiciste terminar muy pronto. Tienes una boquita espectacular. -¿Crees que sea suficientemente espectacular como para reanimar a nuestro amigo? -Pues si falla, no será culpa tuya, créeme. Pero dame un par de minutos antes de intentarlo ¿te parece? Dejamos de platicar cuando nos terminamos nuestras bebidas y me acomodé acostada boca abajo con la cara pegada a la entrepierna de mi amante y cuando tuve su miembro dormido entre mis dedos, comencé a lamerlo como si fuera una paleta. Jorge disfrutaba lo que le hacía y lo gozó aún más cuando me lo eché a la boca y comencé a juguetear con mis labios en su glande “soy una puta” pensé. Al poco rato, el aparato del abogado estaba tan rígido como cuando comenzamos a besarnos la primera vez. Entonces, me senté abierta de piernas frente a él y nos abrazamos mientras su miembro se iba apoderando de mi interior otra vez. Arrastrada por el placer, comencé a darme unos fuertes sentoncitos, encajándome bien al fondo la hombría de Jorge. Me gustaba sentir el borde de mi falda apretándome las nalgas, me hacía sentir muy sensual. Me excité tanto en esa posición, que aún ahora al recordarlo, mi vagina se humedece. -Muérdeme, mi amor. Muerde mis senos- Le suplicaba a Jorge mientras lo cabalgaba como una loca. Él me clavó los dientes en los pezones y al poco rato dejé ...