1. La casa en la playa 1, 2 y 3


    Fecha: 24/09/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    Para entender este relato hay que leer previamente los relatos "Las vías 1", "Las vías 2", "Las vías 3" y "Las vías 4", ya que la serie de relatos que publicaré son la continuación de la historia nacida en la serie "Las vías" Son relatos puramente ficticios, no es una historia real, y están ambientados en la Argentina de la década del 70 y si hay algún término que no entiendan o les resulta grosero, con gusto explico. 1.- La semana previa Luego de los saludos de rigor, a lo lejos, sin besos por las dudas se sintiera aún en su boca el olor a pija, Matías se fue directo a la ducha. Primero el trono para la ya conocida explosión de semen y aire, luego sintió que venía el resto, que salió "distinto", porque evidentemente su culo no se había recuperado de la fiesta en la costa, o porque luego de eso su fisonomía anal había cambiado para siempre. Mañana seguro lo sabría. -Que se siente ser un puto culo roto?, al menos no tendré estreñimiento-, se dijo sonriendo. Se metió en la ducha y se jabonó como siempre, casi como siempre. Hasta ayer, se jabonaba cada parte del cuerpo sin pensar, sólo era consciente de lo que hacía cuando se jabonaba los genitales, miraba su pija, la pelaba, y su mano espumosa recorría con aprecio su palito y sus bolas, con cariño, con respeto por esa parte de su cuerpo. Su culo no era tenido en cuenta, se lo lavaba de la misma forma que se lavaba los muslos o el cuello, su raja era feudo exclusivo de la esponja. Hoy era distinto, porque él era distinto, o ...
    ... mejor, él era el mismo, pero ya sabía quién era y qué era, gracias al revelador encuentro con Ezequiel. Esta vez sus manos espumosas acariciaron sus nalgas, se perdieron en su raja y una y otra vez llenaron de atenciones a sus colinas de placer. Faltaba sólo un tratamiento especial para su agujerito. Pero, mmm, cuando se le ocurrió abrirse las nalgas para tomar conciencia plena de su canalito, volvió a sentir ese olorcito a cogida, leche y sexo. Mucho jabón y los dedos tan adentro como pudo meterlos y frotar una y otra vez para que el jabón limpiara todo. Lo único que consiguió fue sentir que tanto va y viene de la pija de Eze le habían resentido un poco el esfinter y que entonces el jabón le ardía una barbaridad, pero, si se había aguantado una pija de 20 cm, cómo no se iba a bancar el ardorcito del jabón? Se acordó del bidet. Si su hermana lo usaba, por qué no él? Terminada la ducha, se secó todo menos ahí y se sentó en el artefacto. el sólo hecho de estar sentado abierto de piernas en el bidet ya hacía salir de su culito el olorcito delator. Reguló la temperatura, acomodó la posición y abrió el chorrito de agua tibia que comenzó a inundarle el orto. Mmm, que rico se sentía!, con razón la putita de su hermana lo usaba siempre! Un buen rato de agua a presión más otro poco de jabón fueron suficientes para que la prueba del delito desapareciera; se acordó del slip, pero por suerte el olor a bolas y transpiración habían tapado el resto. Ese descubrimiento del bidet y su hermana le ...
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