1. La casa en la playa 1, 2 y 3


    Fecha: 24/09/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... trajo a la cabeza algunas deducciones. Cada vez que su hermana volvía de una salida con su novio, apenas llegaba a la casa iba al baño, y el calefón se encendía por un buen rato, pero ella no se estaba bañando. Evidentemente la muy pícara usaba el bidet para lo mismo que él: sacarse el olor a pija. Durante la cena, propuso encargarse el fin de semana largo de poner en condiciones la casa de san Clemente para que quedara lista para alquilarla en las vacaciones, beneplácito general, ya que era bastante hincha pelotas perderse todo un fin de semana cortando yuyos, limpiando mugre de 1 año de encierro y reparando goteras. No hubo objeciones respecto a Ezequiel pero por supuesto consultaron si Jonathan iba ir. Matu sinceramente dijo que aún no se lo había propuesto, pero estaba seguro que se prendería, sin mencionar por supuesto que se prendería al viaje para prenderse desesperado a su culo, pero no era el momento para el comentario. Ese domingo Matías se levantó como a las 10, no era su costumbre, pero el sábado de bicleteada y algo más con Eze lo habían extenuado. Él prefería levantarse antes de las 8, le molestaba perderse de vivir por estar durmiendo, pero lo que más le encantaba era sentarse a tomar mate con el Abuelo, en el patio si el día estaba lindo o en la cocinita vieja si hacía frío o llovía, calentando el agua en el Bram-Metal, pese a las protestas de la hija que rezongaba porque el viejo, teniendo una cocina grande y con gas natural, se empeñaba en seguir usando esa ...
    ... cocinita primitiva y el calentador a kerosen. El abuelo estaba en el patio sacando yuyos de las macetas. Abuelo, pongo la pava, me acompaña? Y dale, unos matecito siempre viene bien . Matearon largo en el patio en dos sillas petisas, con bizcochitos de grasa y galleta marinera. Al rato cayó Jonathan, que se sumó a la ronda. Escucharon las consabidas historias de la guerra y de cuando el nono se vino a vivir a Avellaneda, cuando "las vías" eran un hervidero de gente que trabajaba y un incesante movimiento de vagones de carga, -en cambio ahora caro mio, son un refuquio de vagos y un cuntadero de trolas y putos, porca miseria!-, Jonathan y Matías se miraron y sonrieron. Jony no necesitaba invitación para quedarse a comer, de hecho si amagaba a irse le decían "esperá que ya está la comida, comé y después te vas", así que cuando los tallarines con bolognesa estuvieron listos, se sentaron todos a comer, con esa alegría que se compartía todos los domingos. Solamente Graciela estaba con cara de orto, y allí Matías recordó que la noche anterior cuando regresó de lo del novio no usó el bidet Para bajar la comida, Jony le propuso a Matías que fueran a caminar un poco, pero Matu, sabiendo lo que venía y con un poco de miedo de que su asunto estuviera demasiado abierto, le dijo que tenía sueño y prefería echarse una siestita. Curiosamente, Jony, en lugar de contrariarse, aceptó la idea casi con entusiasmo, el muy calentón se imaginaba que Matías quería hacerlo en su cuarto mientras todos ...
«1234...14»