1. Mi tía y su calurosa estadía


    Fecha: 28/09/2018, Categorías: Incesto Hetero Autor: Jessvelo, Fuente: CuentoRelatos

    ... besarla. Mi tío al ver eso no lo dudo y le metió un guantazo en toda la mandíbula del joven vecino. Se armó la de Dios con mis otros tíos, empujones, corridas, insultos, llantos de mis tías en fin un espectáculo lamentable que dio por finalizada la fiesta. En un rato llegó la policía que tensó aún más el asunto, el chico al que golpeó mi tío Alberto era menor de edad por lo cual se lo llevaron a comisaría junto con otro tío mío que se peleó con el padre del chico. Yo al verla a mi tía en una crisis de nervios opté por decirle. —Vamos tía Raquel, cojo al pequeño y nos vamos a mi casa (tratando de calmarla, acepto). Cogí el coche de mi tío y nos fuimos, ella estaba tan mala con su marido que no paraba de hablar mal de él. Era evidente la borrachera que llevaba puesto que cuando llegamos tuve que ayudarle a bajar del coche. La llevé a la cama de mis padres y la acosté y volví al coche a por mi pequeño primo que se reía a carcajadas ignorando todo lo que había sucedido. Transcurrido un tiempo decidí ver como seguía ella de su estado etílico, cuando entro y la veo boca abajo con su pequeño pantaloncito subido aún más enseñando ese hermoso culo me quedé petrificado. Me paré junto a la cama y empecé a temblar mi verga se puso tiesa, la observé un momento y le hablé sacudiéndola de sus hombros y nada, estaba profundamente dormida. Aproveché para tocarle sus pantorrillas y como ni se movió subí tocando el interior de sus muslos, que piel más suave tenía. Llegué hasta su entrepierna ...
    ... tocando su delicioso sexo e hice a un lado su pantaloncito, llevaba un tanguita negro y a través de la tela del mismo note la blandura de sus labios vaginales. Mi respiración entrecortada y mis nervios por sí despertaba junto a la calentura que tenía en ese momento hacían sudar mis manos. Tenía que aprovechar que dormía como piedra ofreciendo ese culo que tantas veces había deseado, antes la volví hablar para asegurarme que aún dormía y ni se inmutaba. Recorrí el tanguita un poco y la visión de sus pelos me puso mi pulso a mil, oía solo mi corazón a punto de saltarme del pecho. Con uno de mis dedos traté de abrir su conchita y notar lo calentito de su interior, que cosa maravillosa sentir ese calorcito que emanaba su rajita. Apoyé mi cara en su culo y Olí su entrepierna, un embriagante olor despedía su gruta prohibida, pasé mi lengua por la única parte desnuda de sus nalgas mientras empezaba a pajearme mi verga toda mojada de mis fluidos pre seminales. Rato después cogí ya más confianza e introduje un dedo dentro de su panocha y noté que estaba más mojada, lo dejé quieto un momento y proseguí con mi masturbación a mi picha, luego lo empecé a mover y entre esa rica sensación y mi excitación no aguanté más y me corrí vertiendo todo mi liquido en mis manos para no derramarlo en el piso ni sobre la cama. Entre al baño a limpiarme, cuando salgo y voy a la sala veo que mi primito estaba viendo la tele muy entretenido. Cuando vuelvo a la habitación para acomodarle la ropa a mi tía ...
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