1. El Juego


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Masturbación Hetero Autor: Irina, Fuente: CuentoRelatos

    No conozco nada de ti, solo tu voz y el olor de tu colonia. Recuerdo el día que te acercaste a mí en el metro. Rodeada de gente, agobiada, estaba perdida en mi interior, cuando te oí. Siempre pareces tan triste -susurraste en mi oído- tan cansada y tan sola. Te he elegido. Serás mía. Asustada, traté de alejarme de aquella voz. Pero tu risa una mezcla de sensualidad y ternura, me paralizo. Tranquila, jamás te tocaré si tú no quieres -tu voz profunda y bella, despertó anhelos en mí- Te contaré historias, y te invitaré a juegos. Sólo hay una condición, no me miraras hasta que estés dispuesta a entregarte a mí. Temblé, una emoción extraña se despertó en mi interior. Y sin poder evitarlo mi alma captadora y contadora de cuentos se sintió atraída por la propuesta. Asentí sin hablar. Desde ese momento, cada día, me encuentras en el metro, yo cumplo con mi trato y no te busco, ni trato de verte. Me cuentas historias de amor. Algunas son tan bellas que me hacen llorar. Pero otras son perversas, sexuales, se recrea en cada detalle, en cada cuerpo, en cada acto. Y esas, esas... me hacen estremecer. Hoy, me has invitado a un juego. Me has susurrado todo lo que quieres que haga para ti. Pensé en negarme, pero sé que ya no puedo, que ya no quiero hacerlo. Cuando llegué a casa, una ligera excitación jugaba con mi cuerpo. He caminado rápido, preparándome ya para iniciar el juego. Al llegar he entrado en el baño para preparar mi cuerpo para ti y he dejado que te colaras casi de puntillas en ...
    ... él. Mientras me desnudaba sentía tu mirada detrás de mí, observando, mirando mis movimientos a través del espejo. Me he inclinado despacio, ofreciéndote la visión de mi cuerpo, de mis nalgas enfundadas en los vaqueros negros, para quitarme las sandalias. He desabrochado el vaquero, sintiendo tus ojos seguir mis manos, mientras bajaba los pantalones y se deslizaban de mis caderas a los pies. Me he mirado en el espejo, tratando de saber que pensarías, la camiseta de tirantes ocultando casi las braguitas negras. Te he sentido tranquilo en tu excitación, contenido, impulsándome a seguir adelante. He tirado de la camiseta hacía arriba, hoy ni siquiera me he puesto el sujetador con las prisas, mis senos están plenos, ligeramente inflamados el pezón ya fruncido por la excitación de mis propios pensamientos. He llegado a creer que estás allí, detrás de mí contemplando cada movimiento que hago. Me envuelves con tu presencia, y el juego casi ha dejado ya de ser un juego. Sorprendo mi propia cara en el espejo, los ojos entornados, líquidos brillan, los labios entreabiertos húmedos porque he pasado la lengua por ellos de forma inconsciente, el rubro en los pómulos... casi puedo sentir que te acercas y te pegas a mi espalda, que deslizas tus manos sobre mi cuerpo sin llegar a tocarlo, tan cerca que puedo sentir el calor que emana tu piel. Escucho mi propio jadeo involuntario, me sorprende tanto, que me saca del juego. Y una parte de mí, la que le anota las realidades me sonríe burlona. ...
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