1. El Juego


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Masturbación Hetero Autor: Irina, Fuente: CuentoRelatos

    ... acercas a mi sillón, negro de cuero, con reposa brazos. Ignoras el ordenador que tantos sueños a medias contiene, y lo acomodas para que se refleje bien en el espejo. Ahora siento que el mando lo tienes tú. Te sientas el sillón y me ordenas que me acerque, me pides que me siente en tu regazo, que me mire en el espejo. Siento tu cuerpo bajo, y alrededor del mío. Me reclino, tímida apoyando la espalda en tu pecho. Miró al espejo, la tela, tan delicada con la humedad, transparenta mi piel. Son tus manos las que desatan el flojo nudo de la cinta, con tus ojos clavados en los míos a través del espejo, abres la prenda apartándola, grácil hacía los costados de mi cuerpo, tomas mis piernas con tus manos y las dejas caer a cada lado de las tuyas. Me siento vulnerable. Expuesta a tus miradas y deseos. Mírate –tu voz susurrada llega a mis oídos- cuéntame... Mi piel aún está húmeda, me miró en el espejo y casi no reconozco a la mujer que está ahí, abandonada a tus deseos. Pretendes conocer todos mis secretos. Veo esos ojos en los que hay un brillo no usual, la transpiración que empieza a aparecer sobre el labio superior, la postura un tanto forzada del cuello, el pelo que comienza a ondularse un poco, oscuro sobre el blanco de la bata. Recorro la extensión de mi pecho hasta el nacimiento de mis senos. Tus manos cogen las mías y con suavidad me muestras como quieres que me toque, empezando desde la clavícula, acariciando esos huesos firmes bajo la piel, deslizo bajo tu mirada las puntas ...
    ... de los dedos en el hueco, repasando los entrantes y salientes, meto la mano bajo la bata hasta llegar al hombro, lo siento redondo bajo mi mano. Con suavidad, vuelvo hacía mi cuello, acaricio sus costados, la tierna carne bajo la mandíbula, bajo por la columna del cuello, hasta encontrarme con el nacimiento de los senos, utilizo las dos manos, la sensible punta de los dedos, el contacto firme de las palmas, poco a poco aumento la presión, rodeo mis pechos con firmeza, los aprieto hasta sentir un puntito de dolor, los ofrezco a tu mirada tomándolos de la suave zona inferior. Ahora mi sexo parece convertirse en líquido, late con cada caricia a mis pechos, con cada presión... Deslizo mis dedos trazando un camino sobre mi estómago. Son tus manos las que abren aún más mis piernas, flexiono una rodilla, forzando la abertura al máximo. Nunca me había mirado así, un destello de humedad baña mi sexo. Son tus manos las que imagino abriendo los labios de mi sexo, dejando ver el rosado interior, subes hasta el vértice me muestras el clítoris apenas visible. Cierro los ojos. Con esa imagen en mi retina, un jadeo me sube por el pecho, y salta casi explosivo al aire, deslizo mi mano, hasta mi coño, ya no aguanto más... Introduzco un dedo en mi vagina, la exploro con suavidad, siento como se contrae. Humedezco el dedo en mis fluidos y acarició con delicadeza mi clítoris, despacio dejando que las sensaciones, se sucedan, que me inunden, mil imágenes recreadas cruzan mi mente. Solo una, la de ...