1. Una historia de amor filial


    Fecha: 09/10/2017, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... se extrañaba de que al rato de estar el amigo de papá en casa, mamá se subiera con él al piso de arriba, donde estaban los dormitorios. Pero aquella vez fue distinto. Había subido al cuarto donde él dormía a buscar algo, un juguete, un cuento, quién sabe; y al pasar junto al dormitorio de sus padres oyó gemidos, gemidos de su madre y se asustó, pensando que a mamá le pasaba algo, le dolía algo, y entró. Se quedó sorprendido: Mamá y el amigo de papá estaban sobre la cama donde papá y mamá dormían, desnudos los dos, mamá debajo del amigo de papá. Se quejaba alto, muy alto y el señor, encima de ella, parecía hacerle daño pues se movía mucho, de manera extraña… Pero lo peor era que la estaba insultando. La llamaba puta, algo que aún no sabía qué era, y que le gustaba “ponérselos” al idiota de su marido. Y decían su nombre, el idiota de Daniel. Dani se cabreó, porque pensaba que aquél hombre estaba pegando a su madre e insultaba además a su padre. Se acercó a la cama y dijo Hasta ahí pudo llegar, pues mamá le echó con cajas destempladas y a voces Daniel echó a correr escaleras abajo asustadísimo, con mucho miedo. Llegó al salón y se escondió tras un sillón del tresillo. Al rato bajaron los dos, mamá y el amigo de papá. Ella con una bata de las que usaba por la mañana, cuando se levantaba, él con la ropa que traía. Se venían besando y cuando llegaron a la puerta se volvieron a besar. Luego mamá empezó a llamarle y Daniel, con más miedo que vergüenza, salió de su escondite echándose ...
    ... a llorar. Mamá le abrazó, le besó, le calmó y le dijo que no estaba enfadada con él, que si le gritó era porque no le esperaba y la había asustado. Él le preguntó qué hacían y mamá le dijo que nada; jugar a un juego de mayores. Añadió: “¿No te gusta jugar a ti? Pues a mamá también” Luego, riéndose, dijo “¡Ya jugarás tú también cuando seas mayor! Y que a papá no debía decirle nada pues a él no le gustaba jugar y tampoco que mamá jugara, por lo que podría enfadarse mucho con mamá, hasta llegar a pegarle pues odiaba que ella jugara.... A Daniel no le pareció mal que mamá jugara a lo que fuera; incluso entendía lo de que a papá no debía decirle nada, pues tampoco a papá le gustaba que él jugara en casa al balón, y se enfadaba mucho con él cuando le “pillaba” por ejemplo en su habitación, con lo que a él le gustaba . Luego que se enfadara con mamá si se enteraba que jugaba a lo que a papá no le gustaba no le extrañaba nada de nada. Pasaron los años y las “visitas” de amigos de papá así como los “juegos de mayores” prosiguieron con regularidad, un par de días por semana, uno con aquel “amigo” que viera con mamá, el otro con otro “amigo” de papá. Y con el paso de los años llegaron también sus diez-once años y con ellos saber en qué consistían los “Juegos de Mayores” que mamá jugaba y desde entonces el odio hacia ella se fue incubando en tanto su acercamiento a papá se hacía más fuerte. El cariño que hacia su madre menguaba se acrecentaba en el cariño a su padre. De todas formas, no ...
«1...345...16»