1. Sexo a los 70 años


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: pengo56, Fuente: xHamster

    ... que sin dudarlo se quitó el calzoncillo y se metió a la ducha.Yo estaba realmente sorprendida por esta actitud desaforada, pero el me tranquilizó:- Doña Sara... ¿no me diga que tiene vergüenza de que nos veamos desnudos? Somos lo bastante adultos para eso ¿no le parece? Estamos en el siglo XXI!!!- Si, hijo -le contesté- lo que pasa es que me tomaste de sorpresa... Además considera que yo soy del siglo pasado y hay cosas a las que me cuesta adaptarme- contesté sonriendo.La verdad era que ver ese cuerpo joven desnudo me había hecho vibrar el vientre y me temblaban las manos y las piernas, teniendo que hacer ingentes esfuerzos para no clavar los ojos en el hermoso miembro que asomaba entre la abundante mata de vellos negros y enrulados.Antonio se sonrió y continuó enjabonándose y yo me di vuelta, me envolví en la toalla y salí.El episodio pasó, pero no pude sacar de mi cabeza la hermosa visión. Varias noches me desperté con la entrepierna húmeda y un ansia tremenda de tener ese cuerpo apretándome.Pasaron varias semanas y un día de lluvia tremenda, me agarré una fuerte mojadura y no me cayó bien.No engripé, pero sentía mucho malestar, así que me metí temprano en la cama, habiendo tomado un par de aspirinas y un té fuerte.En el reloj de sala habían dado apenas las seis de la tarde, cuando escuché la puerta de calle que se cerraba: Antonio había regresado.Me llamó y yo le respondí.- ¿Qué pasa Sarita? ¿Está enferma?- No hijo, es un poco de malestar porque salí sin paraguas y me ...
    ... mojé mucho ¿Viste que tarde espantosa la de hoy?- Si ¡tremenda! ¿Quiere que le haga un té?- No, gracias. Pero si quieres hacer algo por mí trae el televisor de la sala que quiero ver las noticias...El chico empujó la mesa del televisor y la instaló delante de mi cama, y lo encendió.- Sarita ¿puedo ver con usted, o prefiere estar sola?- No Antonio, ven, siéntate al lado mío.Me corrí hacia un costado de la cama y le hice lugar para que se sentara.Antonio se recostó en el espaldar de la cama, a mi lado y naturalmente mi cabeza quedó a la altura de su pecho. Para mayor comodidad suya, pasó el brazo por encima de mis almohadones y estiró las piernas sobre el lecho.Yo me había puesto un camisón de dormir algo viejito, pero muy bonito, de color borravino con un escote que terminaba donde nacían las tetas.Los diversos movimientos habían abierto el camisón y gran parte de la teta derecha asomaba por la abertura.En determinado momento hice un comentario sobre algo que estaba pasando y percibí, por la respuesta, que Antonio lo menos que hacía era ver televisión.Alcé los ojos y el apresuradamente levantó la vista hacia el aparato. ¡El tontito había estado mirando mis tetas!Enternecida acaricié su faz limpia y besé su mejilla.El chico reaccionó como una chispa y pasando su brazo por mi nuca, tomó mi cara y me besó los labios.Respondí al beso generosamente, hasta que sentí su lengua acariciar los labios y le dí la mía.Las lenguas juguetearon un rato, las salivas se mezclaron y Antonio, con un ...
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