1. Atracción fatal o amor prohibido (1): Algo más que sexo


    Fecha: 09/10/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi habitación seguro encontrarás algo como para ponerte, total estamos de entrecasa, no te hagas problemas. Te preparo la ducha? Y mientras tanto voy a la rotisería a comprar algo para la cena. Dispongo la comida y el pack de cervezas en la mesa ratona, cuando se aparece Sonia recién salida de la ducha, agitando con displicencia el cabello ligeramente húmedo. Se había puesto una camiseta mía, deportiva de cuando era más delgado… Como podrán imaginar le queda súper ajustada, tanto que parece que la tela cederá en cualquier instante, la humedad sobre los pechos trasciende la tela, dejando una sensual aureola que resalta la inquietante presencia de la cereza de los pezones. Esa imagen me produce la codiciosa idea de comerme ese delicioso manjar. - Ejem… ejem, termina de acondicionar la comida, voy a lavarme las manos. Pasar delante de ella sin rozarla fue todo una proeza, pude pero sin “soltar” la mirada de sus bubis ni por un solo instante. Escondí en el baño la incipiente erección, necesitaba disimular pero veo que se dejó la bombacha y el sostén colgados, con la vista previa y este “regalo” bajar la erección era algo difícil. - Perdón hermanito, con la prisa no me traje ropa interior, por eso los lavé y dejé a secar… Desde el acceso al living, y por la displicente postura, pude fácilmente observar, también húmeda, del vello púbico atravesando la tela. La cerveza hacía camino en el juego inocuo de hablar de todo sin decir nada, nos estamos “midiendo” la intencionalidad, los ...
    ... pechos intencionalmente húmedos para que la marca de los pezones atraviese la camiseta, la bombacha dejada bien a la vista, la forma de fijar la mirada en mi erección, son gestos harto elocuentes de su oferta de erotismo puesto en escena. Es momento de análisis de situación, evaluar pros y contra. Sonia no es una mujer muy bonita, algo gordita, solo un poco, alta, culo discreto y respingón, pero a los veintiséis años todas las mujeres son bonitas y si tiene ese par de tetotas súper voluptuosas no queda tiempo para mirarla de otro modo que no sea con el deseo a flor de piel. Abrí la cerveza, rocié parte sobre mi pantalón y camisa… - Ufff… qué mal! Sácate la camisa y… el pantalón que lavo la mancha, estará seco para mañana. Vamos! Quítatelo, no vas a tener vergüenza… somos hermanitos. Dámelos. Nos dispusimos a ver una peli en la tv, pero la causalidad nos tenía guardado otro golpe de efecto. Al abrir su lata de cerveza dispuse de toda la torpeza para que también salpicara su camiseta!!! lo que me dio oportunidad de repetir su receta: - Vamos, quítatelo, no te vas a quedar con esa camiseta mojada… - Claro, pero… yo no tengo nada debajo… - Y… con eso qué. “somos hermanitos” no tienes nada que temer… Ese fue el momento de inflexión, diría que la última pizca de cordura. Confesó que la relación con su marido atraviesa tiempos complicados, ella tiene ganas de ser madre pero surgieron problemas, él es el del problema y eso mismo ahora les impuso una pausa en el sexo, hace como dos ...
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