1. Gran fin de año


    Fecha: 17/10/2018, Categorías: Gays Autor: Mago21, Fuente: CuentoRelatos

    ... llego. Nuestros ojos se encontraron, pero se posaron rápidamente en su hermano que estaba dormido como un tronco. Nos explicaron lo que había pasado. Luego le pregunte si llamábamos a sus padres, pero me dijo que se habían ido de viaje y no volvían hasta dentro de tres días. Decidimos llevarlo a casa. Carlos y yo lo cogimos como pudimos y conseguimos llevarle. En su casa lo subimos a la habitación y le empezamos a poner el pijama para que o durmiese con la ropa manchada. Me fije un poco en el cuerpo de su hermano y la verdad es que tampoco estaba mal, pero su hermano no tenía nada que envidiarle. Una vez acostado fuimos a la cocina: —Gracias por ayudarme con mi hermano. Es un inconsciente. —No pasa nada. A todos nos ha pasado alguna vez. —Jajaja tienes razón, pero de la bronca mañana no se libra. —Pobrecillo – nos quedamos en silencio un rato- bueno me voy que querrás volver con tus amigos. —No, ya me quedo en casa. Si quieres puedes quedarte un rato. Nos sentamos en el sofá del salón, con un poco de agua para pasarnos la resaca: —Vaya noche, empezamos bien el año –me dijo. —Ya. Sobre todo, mi prima que quería liarse con tu hermano, pero se les fastidio la noche. —Pues lo siento por tu prima, pero no se va a poder liar con mi hermano. —¿Por qué? -pregunte extrañado. —Bueno…esto es un secreto, solo me lo ha contado a mí. -se acercó más a mí para decírmelo al oído, cuando noté su aliento contra mi oreja me empecé a excitar de nuevo- mi hermano es gay. Me quede de piedra al ...
    ... oírlo. No sabía cómo reaccionar. Carlos, en lugar de regresar a su sitio se quedó cerca de mí: —No me lo esperaba de tu hermano. —Ya ves. Me lo dijo hace un par de años, cuando le pille follando con otro chico. —Vaya corte. —Sí, pero desde ese día siempre me he preguntado una cosa. —¿el qué? —Pues…- se fue acercando más y más- lo que se siente al hacerlo con un chico. Tu nunca te lo has preguntado. No me dejo tiempo de contestar. Antes de que me diese cuanta sus labios se posaron con los míos. Tarde en reaccionar, cuando sus labios empezaron a retirarse con mi mano agarré su nuca y le di otro beso. Nuestras lenguas empezaron a jugar, mientras mi excitación iba en aumento. Mi polla pedía ser liberada de mis pantalones, pero no podía parar de besarle, de saborear cada centímetro de su boca, de sus labios, de su lengua. Al cabo de unos minutos nos separamos jadeantes. Note que en su pantalón también había una bestia que pedía ser liberada. Me cogió de la mano y subimos de nuevo a la planta de arriba. Nos metimos en una habitación que, a juzgar por la cama de matrimonio me figure que era la de sus padres. Se tumbó en la cama y yo me puse encima suyo. Mientras nos volvíamos a besar note como sus manos recorrían mi espalda, luego mi pecho, y finalmente mi polla que se restregaba con la suya. Me quito la camiseta rápidamente y empezó a lamerme los pezones suavemente. Estaba en el cielo mientras nuestras caderas se seguían moviendo. Luego me toco a mi quitarle la camisa. Con mi mano ...