1. Gran fin de año


    Fecha: 17/10/2018, Categorías: Gays Autor: Mago21, Fuente: CuentoRelatos

    ... con un chico. —Vaya, así que no voy a ser el primero en follar tu culo -le dije fingiendo tristeza- y ¿quién fue el primero? —Mi…mi hermano. —¿Has follado con tu hermano? —Cuando le descubrí follando con el otro chico me excite mucho y un día en la piscina no sé qué nos pasó y lo hicimos. Pero muy pocas veces lo hemos hecho, solo por el morbo que da. No dije nada más, la verdad es que en ese momento no me importaba que se follase a su hermano, solo quería probar su culo. Asentí y se la empecé a meter. Como ya lo tenía dilatado era más fácil. Lo notaba cálido y con ayuda de mi corrida de antes mi pene se resbalaba dentro fácilmente: —Dios me encanta follarte ahh. —Si ahh puedo sentir como me llenas ahh. —Te gusta eehh; más que la polla de tu hermano. —Jajaja tu follas mucho mejor ahhh. Segui mas fuerte, no se la razón pero me empece a excitar mucho mas. Mis manos iban recorriendo sus músculos mientras le follaba sin descanso. Luego me senté y él se puso mi polla otra vez en su ano mientras saltaba para que entrase. —Sii estoy a punto de correrme ahh. —No la saques Alberto quiero sentir tu semen en mi interior. —Voy asa… voy asa ...
    ... —Sii Ahh hazlooo Mientras estaba a punto de correrme una de mis manos recorría su polla que botaba al ritmo que le follaba, mientras la otra le acariciaba unos de los pezones. Giro el cuello entre orgasmos y me beso. Con toda esa excitación no aguante más: —Ya estaaa Ahh me corroooooo Todo el semen que me quedaba salió disparado dentro de su ano. Nos quedamos tumbados en la cama exhaustos cogidos de la mano: —Te ha gustado – me pregunto sonriendo. —Me ha encantado. A sido una experiencia maravillosa. —El tiempo que te quedes quiero que disfrutes. —Eso seguro. —Y no te importado lo de mi hermano. —No. Cada uno se acuesta con quien quiere. A demás, cuando le hemos puesto el pijama le he visto desnudo y no está nada más. —Oye -me dijo dándome un codazo- te pone más mi hermano que yo o que. —Tranquilo – me acerque a el- tu eres el que más me gusta. Nos dimos otro beso y momentos más tarde nos quedamos dormidos, desnudos en la cama de sus padres cubiertos de semen y sudor; sin saber que unos ojos nos habían estado espiando desde la puerta, ahora vacía y donde solo quedaba un poco de semen en el suelo de una corrida ajena a la nuestra. 
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