La tentación de mi hermano
Fecha: 22/10/2018,
Categorías:
Incesto
Confesiones
Autor: Samantha Maggie, Fuente: CuentoRelatos
... como loca. -Sí, pude oír su boca haciéndote sus cochinadas. -¿Alguna vez has hecho una garganta profunda?- Yo asentí, algo ruborizada por confesarle eso a mi hermano. –Bueno, pues eso fue lo que hizo ella. Pensé que se iba a ahogar cuando me vine. -Acabaste en su boca- Le dije, abriendo los ojos con mucha sorpresa -¿Y se lo tragó? -Se lo tragó todo. Luego me dijo que era mi turno, así que se puso de pie y cuando empecé a meterle mano…- Mi hermano hizo una pausa y volteó la cara hacia la pared, muerto de pena. -¡¿Qué?! ¿Nunca habías mamado un coñito? -No es eso… Es que resultó que ella no era ella… Si no él. Me tapé la boca para ahogar el grito de sorpresa que me salió súbitamente y que despertó a mi mamá, quien desde su cuarto nos preguntó si estaba todo bien. -¡No chingues, Cris!- Le dije, bajando la voz para no despertar de nuevo a mamá. -Sí, Sami. Y pues obvio que le dije que a mí no me gustaba eso. “Neta, perdón. Pero debiste decirme antes ¿No crees?” Fue lo que le dije y se puso como si estuviera triste. -Eres un ojete. Le hubieras devuelto el favor- Estaba muriéndome de risa al pensar que Cris se había llevado tamaña decepción –Ya decía yo que esa chava tenía las manos muy grandotas- Le seguí diciendo, carcajeándome –No podías tener tanta suerte, Cris- Mi hermano me golpeó la frente con la palma de la mano, como hacía siempre que se hartaba de mis burlas. –Con razón, se me hizo raro que salieran muy encabronados en vez de salir contentos… ¿Pero sabes qué me areció lo ...
... más raro? Que el güey de su hermano estuviera como sin nada sabiendo lo que su hermanita hacía contigo. -¿Eso qué tiene de raro? Pues cada quién sus asuntos ¿No? -Ay, Cris. Claro que es raro ¿Tú qué sentiste cuando me viste fajando con los dos chavos negros? -Pues no sé… Algo como celos y pues no quería que te hicieran nada feo. -¿Ya ves? Es lo que sentiría cualquier hermano por su hermana. Pero… ¿Qué hubieras pensado si yo fuera el hombre y estuviera agasajándome a dos negritas? -Pues que eres un ojete por no compartir- Me respondió riendo. -Por eso digo que se me hizo raro que el hermano no cuidara a la hermana. -Es que también, tú te pasas, Samantha. ¿Cómo se te ocurre sacarle la verga al negro ese ahí delante de todos? -¡Yo no se la saqué! Fue él mismo. -Pues como sea. Te pones muy zorra cuando tomas. -Ay, mi hermanito el macho. Te cuesta trabajo aceptar que tengo más “pegue” que tú. -Bailando así de sexy como bailas no es raro que prendas a todos. -¿Te pones celoso? -Algo. Todos me preguntaban si eras mi novia. -¿Y qué les dijiste? -Que eras mi hermana. -¿Y qué hubieras hecho si fuera tu novia y me vieras bailando así de cachonda con los negros?- Quise saber. Y con malicia, moví la cadera en círculos, tal como lo había hecho delante de mi amigo antillano. -Pues no sé… Creo que te cortaría. -¡¿Por qué?! Solo es un “fajesito” sin importancia. Además no siempre te encuentras a dos muchachones así de buenos. -De todas formas, te cortaría. Me darían muchos celos de verte así ...