El librero (segunda parte).
Fecha: 27/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: capata, Fuente: SexoSinTabues
... mi hombre, su lengua se deslizó por mi cuello y barbilla, una de sus enormes manazas aprisionó rudamente una de mis tetillas, me duele acerté a decir, su lengua empezó a jugar con mis pezones, lamiendo y mordiendo mientras su perrita gemía y jadeaba. - Ahhhhh, Don Julio, por favor, Ahhhhhh me duele, voy a correrme. De un fuerte empujón mi macho me tiró al suelo, maldito cabrón en celo gritó, abrió nuevamente el armario sacando un tarro de gel y un plato de plástico, lo miré sorprendido. - A cuatro patas cabrón, como las perras, tu amo va a ordeñarte como a una vaca lechera. Obedecí, la postura no podía ser más humillante, mi pollita y mis testículos colgaban en el aire. Don Julio se embadurnó una de sus manos con el gel y colocó el plato debajo de mi pequeño miembro, sus manos recorrieron mi espalda hasta llegar a mis nalgas. Su mano derecha se deslizó hasta mi pollita, la apretó mientras un hondo gemido salía de mi boca, bajo mi capullo y acariciando mi glande comenzó a masturbar a su zorrita. Su mano pasaba de mi pollita a mis testículos con gran rapidez, de repente sentí una fuerte nalgada, a la que siguieron muchas más. - Putita, tienes el culo rojo, te gusta que te dé nalgadas , ¿verdad?, preguntó mi hombre dándome un fuerte azote. Ohhhhh, exclamé, si Don Julio, más por favor, fólleme Don Julio, Ahhhhhhh, estoy en celo por Ud., contesté totalmente humillado y entregado a mi macho. Don Julio continuó masturbándome, noté como su otra mano separaba el hilo dental de mi ...
... tanga, el canto de su mano se deslizó por la raja de mi culo y sin ningún miramiento dos de sus enormes dedos invadieron mi más preciada intimidad. - Me hace daño exclame mientras Don Julio me follaba analmente. Muy pronto el dolor se convirtió en verdaderas oleadas de placer, mi macho meneaba mi diminuta pollita y mis testículos mientras me follaba analmente con sus dos dedazos metiéndolos hasta dentro de mi ano y acariciando mi próstata. - Estás en celo maldita puta gritó Don Julio, mis dedos entran hasta lo más hondo maldito cerdo. -Fólleme Don Julio, ohhhhhhhh que placer, quiero que me folle como los perros follan a sus perras. Don Julio se abalanzó sobre mí, sentí su enorme y duro miembro recorrer la raja mi culo, separó el hilo dental del tanga y de un fuerte golpe de cadera me la metió hasta lo más hondo de mi intimidad. En ese instante sin tocarme me corrí como el cerdo que soy, mi leche caliente calló al plato de plástico situado en mi entrepierna mientras mi hombre me empalaba sin piedad, diciéndome lo perra que soy, humillándome en cada embestida, insultándome, dándome lo que me merezco. A cuatro patas y como los perros follan a sus hembras Don Julio me enculó sin piedad, su verga salía de mi ano y de un poderoso golpe de cadera me la volvía a introducir hasta lo más profundo de mi intimidad - Zorra, si quieres que siga tendrás que suplicar a tu amo, dijo Don Julio. - Siga por favor, ohhhhhh, déme fuerte, Ud. es mi amo y yo tu perra, quiero complacerte contesté, entre ...