Papá, Mamá y el Mecánico
Fecha: 02/11/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: GusBecker, Fuente: SexoSinTabues
... entraron. Bujía me pidió que no me moviera de mi lugar, despacio caminó hasta el fondo del taller y se metió en la fosa, que estaba muy cerca de la puerta de donde entraron su socio y mamá, y como tenía un auto arriba podía ver que pasaba ahí dentro sin ser visto. El hecho que el viejo esté más interesado en contemplar el interior de la oficina que en jugar conmigo, hizo que me acercara hasta la punta del auto y me escondiera detrás de un tonel de 200 lts. de aceite que estaba entre la fosa y el baño. El tonel me cubría de la vista de Bujía y me permitía espiar lo que acontecía en el cuarito. Mamá estaba parada de espaldas a la entrada y con sus brazos rodeaba el cuello de Sandro quien se encontraba agachado besándola con intensidad, las grandes manos de él le recorrían la espalda y sobaban el culo fuertemente. Ella vestía una musculosa ajustada color gris, pollera del mismo color, amplia y larga hasta la mitad de sus muslos, y sandalias de taco alto que elevaba su figura varios centímetros y no la hacía ver tan baja en relación a la altura de él. Poco a poco las manos de Sandro subieron la musculosa dejando al aire las voluminosas tetas y sólo en ese momento la boca del mecánico liberó la de mamá, para perderse en los pechos con sonoros chupones que se escuchaban desde donde me encontraba. Apretaba y mamaba de los senos como queriendo alimentarse de ellos, lejos de alejarle la cabeza, ella se los ofrecía con sus manos. Sandro se irguió, se bajó los pantalones junto los ...
... calzoncillos, sujetándola de los hombros la bajó, apoyó la gordísima y larga verga sobre la cara de ella y la refregó, paseaba el hinchado glande por los labios hasta que estos se abrieron y la hundió hasta la garganta, con dificultad la cabeza de ella iba y venía tratando de engullir lo más que podía, de a ratos la soltaba y le pasaba la lengua por toda su extensión, la cubría de húmedos besos, la gorda barra de carne brillaba gracias la saliva, le acariciaba los pesados huevos, los labios de mamá se apoyaban en la cabeza de la poronga y la punta de su lengua recorría su circunferencia como si le besara la boca en lugar de su pija. El tipo la apartó un momento, la desnudó con violencia, luego se sentó en una mugrienta silla que había y sujetándola de la cintura la sentó de cara a él, mientras ella refregaba su concha sobre la verga, Sandro le exprimía las tetas, sus lenguas se entrelazaban fuera de sus bocas, el tajo de mamá se deslizaba a todo lo largo del riel de carne, de atrás hacia adelante constantemente y cada vez más rápido, se susurraban no sé que. El la levantó con una mano y con la otra sujetando por la base su venosa pija, la dejó caer, largando mami un ahogado grito al quedar estaqueada, permanecieron inmóviles unos minutos, en los cuales sólo se miraban a los ojos. Después de una sonora palmada que le aplicó él en una nalga, ella comenzó a cabalgarlo de una manera enérgica, que me indicaba por el grosor de la verga y la ausencia de dificultad, que no era la primera ...