Desafío de galaxias (capitulo 81)
Fecha: 06/11/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... Palacio de la Regencia, entablándose un furioso combate cuerpo a cuerpo, que rápidamente sembró de cadáveres y miembros amputados las estancias del edificio. —Marisol, —dijo Sarita, que portaba un equipo de comunicaciones, mientras se resguardaba junto a ella detrás de uno de los carros de combate— Opx informa de que el líder no está en el Palacio de la Regencia. —Que lo asegure e intente pasar por las galerías que comunican la parte alta de los dos edificios. Dile a Oriyan que hay que entrar al Parlamento. Unos minutos después, un carro de combate derribaba la puerta principal del edificio e irrumpía como elefante en cacharrería en el enorme vestíbulo, arrasando muebles y mesas, mientras las orugas machacaban el mármol del suelo. Detrás del primer carro, entraron varios más, que como el primero, solo disparaban con las ametralladoras. Los españoles entraron a continuación mientras Opx y Cimuxtel lograban conectar por las galerías y combatían en la parte alta del edificio. —Opx ya esta arriba, y Loewen está entrando por la parte de atrás, —informó Sarita. —Que Opx siga por arriba e intente acceder a la tribuna de invitados. Que Loewen limpie la zona de las oficinas parlamentarias e intente bajar al sótano. Aquí, los carros ya no pueden avanzar más, si pueden, que se retiren al exterior. Marisol abandonó su refugio y seguida por todos sus colaboradores y los aliados bulban, fue ganando posiciones hasta alcanzar a Oriyan y Pulqueria que se encontraban frente a las enormes ...
... puertas del hemiciclo. —¿Cómo lo quieres hacer? —preguntó Oriyan, cuándo la vio llegar. —Pues cómo dirían en mi pueblo: con dos cojones, pero primero hay que derribar esa puerta. —Es de hierro fundido: hay que volarla. Pulqueria puede cortar con su espada las bisagras inferiores pero las de arriba están muy altas. —¡Menuda guerrera mística! —bromeó Marisol. —Soy un guerrero, no un puto saltamontes, ¡no te jode! —De acuerdo, ¿los carros de combate tienen ángulo de tiro? —preguntó Marisol. Sarita, habló con el comandante del carro más cercano, y que todavía no se había retirado. —Tiene a tiro la parte alta, de la puerta, la escalera le dificulta. —De acuerdo, que se prepare. Pulqui, las bisagras inferiores. Pulqueria de acercó a la puerta empuñando a Eskaldár, y después de unos segundos de concentración, procedió a romperlas con golpes certeros. A continuación, se retiró hacia la escalera y se parapetó en ella. —¡Fuego! —el carro disparó, y con el impacto la puerta salió despedida hacia dentro con una violencia terrible, arrasando a los soldados bulban que estaban detrás de ella—. ¡Batallón, avanzad! El batallón avanzó hasta situarse a ambos lados de la puerta. Después, superponiendo los escudos fueron creando una barrera para poder acceder al interior. Mientras la barrera iba creciendo, los soldados de segunda fila, disparaban a ciegas pasando sus carabinas por encima de la barrera de escudos. Marisol, protegida por su escudo y con la pistola de la mano, entró detrás de la barrera ...