Emputecida y Sumisa (Montandole cuernos a mi marido) Capitulo 2 - Relatos Eróticos

Emputecida y Sumisa (Montandole cuernos a mi marido) Capitulo 2

Estábamos a miércoles, y ya estaba ansiosa que llegara el dia sabado para que notara los cambios. Me di cuenta que a partir de ahora iba a necesitar mucho tiempo para mí, así que tendría que contratar una criada para que estuviera todo el día en casa y atendiera al niño. No disponía de tiempo para llevarle a la guardería ni recogerle, ni hacerle la cena, etc. Llamé a la criada por el móvil y se lo comenté, argumentado que el trabajo no me dejaba tiempo para nada, accedió encantada por la subida de sueldo (que pagaría mi marido claro), le indiqué que el nuevo horario empezaba ese día. Fui al trabajo, y en el camino me compré un paquete de tabaco rubio y un mechero, encendí uno y me dio un mareo, pero después de los 5 primeros comprobé que me gustaba fumar. Los compañeros se sorprendieron mucho al verme fumar, preguntándome que qué hacía fumando, argumenté que era por el estrés del trabajo y el tabaco me relajaba. Cuando salí del trabajo me fui al Instituto de belleza que en realidad era un club que tenía de todo, me hice socia (100 Euros todos los meses). Eran las 6, les dije todo lo que tenían que hacerme, la depilación, el teñido y corte de pelo, y tome la primera sesión de Rayos UV. Tengo que admitir que cuando estaba del todo desnuda en la depilación y en la sesión de rayos UV, estaba muy cachonda. La esteticien me indico que me quitara las bragas para depilarme el sexo, luego me senté y me abrí de piernas para que me recortaran primero con unas tijeritas los pelos ...

... púbicos, luego extendieron una suave crema sobre él, con una brocha que me hacía cosquillas, y la chica comenzó a pasar una maquinilla que iba despojándose de mi pelo. Al sentirme desnuda, al sentir las yemas de sus dedos posarse en mis ingles o en mis muslos, confieso que me sentí muy excitada. La chica continuaba con la maquinilla hasta dejar mi vagina sin vello. Luego mojó una toalla en agua tibia y la colocó entre mis muslos y encima del vientre. Me tuvo así unos minutos y luego trajo una toalla nueva, suave como el terciopelo. A continuación me seco y me echó un crema hidratante. Tuve un orgasmo, yo creo que la chica se dio cuenta, me miró a la cara y se sonrió. Por último otra chica me hizo la manicura, tenía que llevar las uñas bien cuidadas y siempre pintadas. Decidí desde ese dia llevarlas muy largas y puntiagudas como Rubén me dijo. La chica me comento que me las tenia que hacer un poco más gruesa de lo normal por lo larga que las quería y que no se iban a ver naturales aunque me dijo que ya había hecho varias así pero en otro peluquería en la que ella también trabajaba por la zona de Chueca. Con ese comentario practicamente me dijo que ese tipo de uñas solo las usaban las zorras y a todo esto le dije que continuara y que si las pedi asi pues así las quería. El resultado fueron unas uñas largas y curvadas pintadas de rojo, super incomodas para coger hasta el móvil. La chica me dijo que tendría que acostumbrarme y con el tiempo se me haria facil volver a coger las cosas y ...