1. Emputecida y Sumisa (Montandole cuernos a mi marido) Capitulo 2


    Fecha: 09/11/2018, Categorías: Dominación Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos

    ... apoyo, y que a partir de ahora podría tener una depresión que se manifestara con un cambio en mi personalidad. Mi maridito pagó la operación 2.000 Euros. al ser por lo privado. A los 5 días estaba recuperada y volví al trabajo. Recogiendo el coche en el concesionario. Cuando mi marido lo vio se cabreó le dije que estaba muy deprimida por la operación y que hacía compras para levantarme la moral, pero que no se preocupara que lo iba a pagar yo, me hice la cabreada, diciéndole que a partir de ahora mi sueldo iría íntegro para mis caprichos y que el suyo para pagar la hipoteca, criada, y en general todos los gastos de la casa y del niño. Una vez pasado el primer mes los cambios eran notables, estaba muy tostada a pesar de estar a finales de octubre, por los Rayos UV, cosa que hacía un bonito contraste con mi pelo rubio y mis ojos color ámbar (por supuesto lentillas). Había ganado 4 kilos que se habían quedado sobre todo en caderas. Ya me fumaba un paquete diario y me tomaba todos los días un par de copas y un par de vasos vino o cañas comiendo. Me di cuenta que los hombres me miraban de otra forma, los atraía, y yo estaba todo el día cachonda, me imagino que por las hormonas, mis masturbaciones con los consoladores (ya me cabían los dos a la vez) y por usar siempre que podía las bolas chinas. Empecé a provocar a los hombres, con mis posturas, mis frases con doble intención, mi vestimenta, mis miradas directas a la entrepierna, etc. Me fijé en un cliente de nombre Pedro, que ...
    ... venía de vez en cuando a la oficina para preparar los cronogramas de auditoría en su empresa por parte de mi entidad. Pedro sería un hombre de unos 40 años, mediana estatura, delgado y casado y trabajaba para una importante entidad bancaria era bastante atractivo. Me propuse follármelo ya que Rubén quería que empezara a serle infiel a mi marido con otros hombres. La verdad es que me daba igual destrozar su matrimonio. Quedé con él un día para organizar los pormenores de la auditoría en su empresa, citándole a la una de la tarde. Le hice esperar unos 20 minutos, para que todo se prolongara hasta la hora de la comida, y así comer juntos. Me había preparado especialmente para la ocasión. Llevaba un vestido de tirantes de punto calado muy ajustado, de estos que te pones por la cabeza, de color granate que marcaba mucho el contraste entre cintura y caderas. Un Wonderbra negro, quedando sus tirantes al aire por los hombros, un tanga negro transparente (que dejaba ver mi coñito depilado) con medias y liguero negros éste con puntillas blancas. La falda tapaba por poco la parte de arriba de las medias, pero dejaba ver el liguero cuando me sentaba o abría las piernas. Lo recibí en mi despacho y le ofrecí algo de beber. Nada más entrar me di cuenta que se sorprendió al verme diciéndome que parecía otra que estaba impresionante (no me veía desde antes del verano). El tío no perdía ojo a mis pechos y de mi trasero. Le llevé a una mesita tipo de café que tengo en el despacho con unas ...
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