El capataz y el señorito 3
Fecha: 16/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... miembro en el rostro del rubio mezclando su semen con las lágrimas de la víctima. Bruno: estas pinches corridas solo las tengo contigo, no mames tú me deslechas cabrón. Y el capataz tomó la cerveza a pecho y luego de resoplar un minuto, levantó a Ricardo del suelo y lo arrojó a su catre. Bruno: ahora sí chiquita, viene lo que tú más disfrutas. Ricardo vio como el capataz se desnudaba en su totalidad mostrándose como siempre imponente. el catre rechinó cuando Bruno se subió a él. Bruno: este catre te da la bienvenida, aquí es donde me cojo a las putas como tú. ábrete de piernas para mí. Ricardo: Bruno, yo. Bruno: ¿qué quieres nena? Dile a tu macho lo que necesitas. Ricardo: déjame ir. Bruno: te vas a ir nena, pero bien abierta, más de lo que ya estás, jajaja. Y el capataz se metió entre las piernas del señorito, pero como la minifalda era muy ajustada no permitía que se abriera mucho, entonces Bruno le rompió la minifalda y también la blusa dejándolo solo con las medias y zapatillas. El capataz comenzó a acariciar cada rincón del señorito, rincones que ya había explorado pero que no se cansaba de tocar, mordió los pezones rosas del rubio que inició con sus gemidos. Bruno susurró a su oído: me encanta como gimes putita. Y sin esperar, Bruno rompió las medias, pero solo del trasero para que el culo de Ricardo quedara a su disposición. El capataz olió el trasero del señorito y le dijo: tu culo huele a mí, todo tú tienes impregnado mi esencia. Bruno empezó a lamer el culo del ...
... rubio que gemía como perra en celo ante el placer que le provocaba el beso negro. Bruno: disfruta y deja salir a la puta que vive en ti. Ricardo: ahhhhhh. oh Dios mío. para por favor. La lengua de Bruno en el culo de Ricardo provocó que el miembro del rubio despertara y mientras el beso negro continuaba, Ricardo sintió que de su pene salía un líquido blanquecino, se estaba corriendo por el placer otorgado por su macho. Ricardo pensaba si realmente estaba disfrutando y volviéndose una puta verdadera. Bruno: los putitos como tú al principio niegan lo que son, pero todos son una putas hechas para el goce de nosotros los verdaderos machos. Ricardo no podía responder, estaba extasiado. Bruno: ábrete bien para recibir a tu dueño. conviértete en una verdadera yegua. aquí va tu semental. Y Ricardo no pudo evitar abrir más sus piernas y el capataz enterró su verga en el culo del señorito. esta vez entró todo el palo de una sola estocada. y Ricardo gritó pero no de dolor sino de placer. Ricardo: aahhhhhhhhhhh Bruno: eres mía. solo mía. Y Ricardo arañó un brazo del capataz mientras que con su otra mano se aferraba a la vieja colcha que cubría el catre donde era violado salvajemente. Con cada penetración, sentía que su alma se iba de su cuerpo y que todo él le pertenecía al capataz, estaban unidos, eran solo uno en ese momento y nada más importaba. Bruno: júrame que nunca le vas entregar este culo a nadie más y mucho menos al imbécil de Juancho. Ricardo: ah ah ah ah ah Bruno se enterraba ...