1. Inocencia (Re-pub)


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Primera Vez Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... traviesa para convertirte en mujer.Hice los preparativos. Compré prendas íntimas comestibles; aceites; lubricantes; preservativos ultra delgados, térmicos y de variados sabores, además de diferentes vibradores para estimular distintas áreas de tu cuerpo al mismo tiempo.Tenía intenciones de ponerte bien a punto antes de metértela por vez primera.Dudé en cómo desquintarte. Es decir, qué posición abordaríamos cuando te lo introdujera por primera vez. Tuve tremendas tribulaciones por decidir si lo haría de frente, con tus piernas bien abiertas y mirándote a los ojos para percibir cada detalle de tu cambio interno, o si tenerte en cuatro, con un espejo justo frente a ti para mirar la expresión de tu rostro. Deseaba ver qué cara pondrías mientras te lamía desde detrás, lubricando el acceso por donde me introduciría. Luego, pensaba darte una paseada de verga por toda tu raja para así dártela a desear.Y ya podía ver todas las expresiones de tu rostro que tu inocencia podría brindarme.Pero,¿qué pasó entonces?Hablaste conmigo muy seriamente. Te habías enamorado de alguien más.“No, no es sólo un flechazo puberto y pasajero”, me dijiste. Estabas verdaderamente enamorada.Y yo verdaderamente encabronado, no lo negaré. Pero cómo no me iba a poner furioso. Encabronadamente ...
    ... furioso, si puedo enfatizarlo.Tanto esfuerzo, tanta dedicación y tanta paciencia para esto.Pero sí. Tú me lo hiciste ver. Ya no eras la misma chica que en un principio conocí. Habías cambiado. No sólo dejaste de pensar ingenuamente, sino que ahora eras una persona con criterio propio, y con bases para tomar tus propias decisiones. Descubrí que ya eras una mujer. Toda una mujer.Y ni hablar, me arrojaste mis propios argumentos a la cara:“Ser una mujer no sólo se trata de haber llegado a cierta edad, sino contar con la reflexión y madurez necesaria para tomar tus propias decisiones...” y sí, tenías todo el derecho para relacionarte con quien tu quisieras. Tenías todo el derecho de amar. Amar a quien tú quisieras.Me besaste y te vi partir. Sabiendo que se habían acabado nuestros días más felices, o por lo menos los más dichosos para mí, me sentí a punto del llanto, ahora puedo confesártelo. Sin embargo, cuando te volteaste a verme con esa sonrisa de pícara diablilla que iluminaba tu rostro, y te levantaste la falda, me sacaste una sonrisa.En ese momento supe que, después de todo, había dejado algo indeleble en ti. Nunca me dejarías en realidad, siempre me llevarías contigo y... quién sabe. Tal vez no ha sido el adiós del todo.Hasta nuestro próximo encuentro, Inocencia. 
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