1. En una primavera


    Fecha: 15/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... frente, logrando que la penetración fuese más profunda. Mis manos recorrieron todo lo que había a su alcance. Su cintura, la parte baja de su espalda, sus nalgas bien formadas, su vientre liso, sus diminutos pezones, sus axilas peludas, sus muslos y rodillas. No se cuanto tiempo pasó y ya empezaba a cansarme. Así que decidí continuar. Poco a poco fui ascendiendo por su cuerpo, tratando evitar que todo mi peso estuviese sobre él. Yo soy como 40 centímetros mas alto que mi padre y mi peso era superior por unos 30 kilos como mínimo. Así que no podía presionarlo tanto... Me senté sobre su cintura y sentí su pene en medio de mis glúteos. Que delicia. Nunca había sido penetrado por alguien. Sólo un intento por mi primo y no me atreví debido al dolor que me provocó. Ahora estaba sentado sobre mi padre , son su pene a punto de penetrarme y yo era la persona más feliz del mundo. Eso me sorprendió. Por primera vez me descubrí feliz. Sin complejos y sin nada que ocultar. Así que decidí meterme su pene, lo levanté y poco a poco fui descendiendo mi cadera. El pene entró poco a poco. Causando dolor, un dolor lacerante pero soportable. Y de pronto, ¡pluf! Se adentró fácilmente y ahí estaba, aun con dolor y todo adentro del culo. Ni padre comenzó a mover la cadera y yo seguía sintiendo dolor, con sus empellones. Yo comencé a sentir el verdadero placer. Eyaculé unos segundos después y quería seguir. Me recliné sobre él y lamí todo mi semen. Lamí sus pecho, levanté su cuerpo y lo abracé, ...
    ... mientras seguía penetrándome. Estaba en mi paraíso particular y había logrado llevar a mi padre a él. Por fin. Pronto me di cuenta de que mi padre es un experto y seguía y seguía. Yo estaba teniendo mi segunda erección, después de varios minutos de ser penetrado por mi padre. Con ritmo pausado, entre y sale, entre y sale, lentamente. Yo creo que ya teníamos 15 minutos así. Y yo volviéndome uno con el cosmos y con ganas de reír a carcajadas. Feliz. De pronto detiene su cadera y yo me pregunto por lo que sucede. Todo el tiempo preguntándome si estaba despierto, si estaba dormido o alucinando por las pastillas que con los alcoholes que ingirió podrían estar generando algo extraño en mi padre. De pronto sus manos sujetan mi cintura y comienza a mover la cadera rápidamente. Entra y saca, entra y saca. Yo no podía creer lo que sucedía. Era delicioso. Una vez más me entregué al placer y acariciaba su cuerpo. Tomé sus testículos y los apretaba y él seguía metiendo y sacando a toda velocidad, de pronto, comenzó a variar la velocidad, logrando mantener tres ritmos simultáneamente. Uno pausado, como al inicio, uno más rápido y otro que era a toda velocidad. De pronto eran dos lentos y tres rápidos, seguido de tres rapidícimos, que hacían que yo rozara el cielo con las manos. Con una mano me indicó que me acostara a un lado de él, sin salir de mi, cambiamos de posición y me siguió penetrando, ahora de costado. El metido entre mis nalgas y dándome todo lo que nunca me había querido dar. Se ...
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