Confidencias 21 Dos amigos de Eduardo para mí
Fecha: 26/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... caminaba me quité la chaqueta moviendo levemente las caderas. Terminábamos de entrar y él cerró la puerta a sus espaldas, comencé a tirar de mi corbata para empezar a desnudarme. -No, déjame que yo lo haga. Dejé las manos en suspenso y volví a apretar el nudo. -Eres muy hermoso. Repetía lo que todos me dicen las primeras veces que me ven, pero no olvidaba mi papel. -¿Sí, te lo parezco? Y le sonreí atrevido provocándolo. -Tú ya lo sabes mocoso, eres bello y deseable, conmigo no juegues, solo te decía lo que es cierto y evidente. Resultaba un hombre difícil de contentar, no era un ordinario cualquiera. En lugar de desnudarme me miró de arriba abajo y me abrazó para besarme, suave al principio y luego con furia. -También sabes sabroso como fruta a punto de madurar. Un rico maricón al que me voy a comer. Me quitó la corbata y empezó a desabotonar la camisa, tenía poco que hacer ante un macho que deseaba llevar la iniciativa en todo y al que no le agradaba que empleara mis trucos y argucias de puto. Pero me besaba deseoso cada parte de mi cuerpo que iba descubriendo ante él según quería. Hablaba en voz alta reconociendo que le encantaba lo que veía con los ojos y sentía con la boca y las manos. -¡Ah! Estas rico mariconcito hermoso. Me bajó los pantalones y me tocó el bulto que se marcaba en el tanga. Entonces me abrazó, podía notar el gordo bulto que pugnaba por abrir el batín y salir al aire. Realizaba movimientos como si follara mi vientre y se separó para tirar del cinturón y ...
... desatarse el batín, fue de verdad que quedé impresionado del músculo de carne acerada que quedó en libertad apuntando a mi cuerpo y lo expresé con cierta cara de sorpresa. Retumbó en la habitación una gruesa carcajada. -¿Te gusta putito? ¿No habías visto algo mejor? Estaba muy bien y se veía muy rica su gran polla, un cilindro de carne roja como si estuviera hirviendo, de una buena longitud y grosor, ¿pero que le iba a decir?, ¿Qué las había visto mejores?, le ofendería, también era dueño de unos testículos superiores y muy pesados por como estiraban el escroto al caer por su peso. En definitiva, un soberbio semental sin pasarse. -Las he visto tan grandes pero no tan duras. Mi respuesta le convenció de que era algo sincero. -Ven, tócala y métela en tu linda boquita. Me arrodillé y la cogí en mi mano mirando fijo a sus ojos. -¡Wooo! Qué calentita y que dura. Lo masturbé un par de veces antes de pasarle la lengua alrededor del gran glande, rojo bermellón muy brillante y descapullado, como si fuera a explotar en cualquier momento. Olfateé con ruido para que notara mi gusto por su verga. -¡Qué bien lo sabes hacer putito! Mete la punta en la boca y mama. Este hombre no sabía mis habilidad para realizar una mamada y comencé a dársela para su satisfacción, y a la vez darle una lección de puto entrenado, y para disfrutarlo yo. Rugía de satisfacción cuando sentía como mi barbilla se aplastaba sobre su pubis y con toda la verga engullida en mi boca y garganta, gemía y las piernas le ...