1. Confidencias 21 Dos amigos de Eduardo para mí


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... temblaban. Estuve unos minutos mamando. Chupando su polla y haciendo explotar sus huevos al salir mojados de mi boca mientras metía los dedos en la pelambrera morena de duros pelos, gozaba cuando tenía solamente el gordo glande en la boca, pero no estaba allí para mi satisfacción y pronto me lo quitó. -Para ya que vas a hacer que me corra y quiero follarte el culito bebé lindo. Se estaba volviendo más fino en el trato después de comprobar cómo sabía darle placer y hacerle sentir las delicias de mi boca. Me levantó del suelo en un solo movimiento, para él yo era un juguete. El señor además de grande era muy fuerte y me llevó para arrojarme sobre la cama donde reboté, me sujetó por las piernas y tiró de mi para llevarme hasta borde, y pensé que me la quería meter estando de pie en el suelo, me abrí de piernas para quedar expuesto a su verga y entonces me dio la vuelta colocándome a cuatro patas y me obligó a empinar el culo. Sus golpes eran secos y muy rápidos, en dos minutos me había dejado las nalgas rojas sin atender mis chillidos, mezclados de dolor y placer al ser tratado de forma tan brutal y erótica y cuando se cansó tiró con las dos manos de mi culo para abrirme más aún y meter con rapidez la cara. Raspó las nalgas con la peluda barbilla y luego la restregó por el ano, pretendía darme placer el bruto animal que antes me castigaba y afloje el culo para dejar que entrara su lengua. En todos los sentidos tengo que reconocer que el señor sabía lo que se hacía y atemperaba ...
    ... el dolor con el profundo placer de la comida de culo que me estaba regalando. Comencé a gemir y movía la cola levantándola para que se abriera y dejarla muy relajada para que metiera más la lengua. -¡Ay! Sí, sí, sí. ¡Ay! Sí, sí, sí. Gemía sin parar como una nena, y el macho se enardecía queriendo ganarse la entrega de la hembra que dominaba, lamía y chupaba loco de deseo sin permitirse un descanso. Había dejado de sentir el dolor en mis nalgas y solo me llegaban las sensaciones de mi ano acariciado. Suspendió las lamidas y volvió a darme la vuelta, parecía un pollo en el asador al que movía para que se dorara sin quemarse, me empujó hacia el centro de la cama y saltó sobre ella con una agilidad que no esperaba de él. Me quité con un movimiento rápido el tanga para sentir toda su virilidad si me tocaba. Me alargó un condón que no vi de donde lo cogió. -¡Pónmelo!…, con la boca. Hice como me pedía pero el condón solo le cubría la mitad de la verga y temí que me lo dejara dentro del recto, que al entrar y salir la verga se fuera deslizando, la goma apretaba la polla hasta parecer que la estrangulaba. Vi como gozaba al verme meter su miembro en mi boquita con la goma metida apretándole la polla. Me abrió las piernas y comprendí su intención de empalarme como todo un hombre hace con su hembra, mirándome a la cara para que viera su sonrisa de macho dominante y lujurioso, disfrutando del control que ejercía sobre el cuerpo débil y delicado tendido bajo el suyo. Apuntó el miembro en mi ...
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