Dulce y amarga amistad (13 y último)
Fecha: 28/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... ——————————- Conocimos a Mara la novia de Demian, a sus padres y sus dos hermanas menores que ella, una de nuestra edad y también estaba en la misma universidad que nosotros, enseguida nos hicimos amigos, de ella en especial. Pudimos estar en bañador y utilizar la piscina, no era broma cuando se lo decía a Álvaro, llevó un bañador ajustado y creo que las chicas se morían al mirarle, igual que yo que no podía apartar la mirada de su cuerpo, estaba jugando en el agua con Mara y mi tío se colocó en una tumbona a mi lado. -¿Me has sustituido por ese chico?, si es un niño. -No empieces tío, no quiero hablar de eso, él tiene mi edad y es tan crío como yo. -No lo digo para que te molestes, es que para su edad se le ve un buen semental y que mi sobrinito sabe elegir. -Como siempre que se cree gracioso dejo escapar una risa que nos puso en el foco de la atención. Por primera vez vi una mirada de pena en Demian. -Creo que Mara tiene una empresa de decoración o trabaja en ella, pienso encargarla el proyecto para cambiar tu apartamento, desde hace unos días de mi propiedad, por cierto vuelvo a darte las gracias. -Me miró pensando que me burlaba de él pero reaccionó bien. -Acertarás, es una buena proyectista y tiene buen gusto, para el publico joven y moderno como tu. -No me perdí su ironía. Al final de la comida Íñigo hizo un brindis por Demian y Mara, después lo hizo la tía. Aprovechemos la ocasión para desear lo mejor a otra pareja, mi sobrino único y preferido y Álvaro su novio. Solo ...
... vi reflejado el asombro en las caras de mis padres, no se enteraban de nada. Así pasamos el día, a media tarde, cuando Álvaro salió del agua, se había vuelto a bañar después de la comida, le ayudé a pasar la toalla por su pelo. -¿Por qué no nos vamos ya? Mi casa esta libre unas horas. -Fue como nombrar la palabra ¡fuego! y se hubiera desencadenado un gran incendio, se vistió rápidamente y nos fuimos despidiendo. Era domingo, tampoco estaba Joaquina, la casa estaba en silencio, subimos saltando las escaleras hasta mi habitación, cerré la puerta. -¡Al fin solos! Después del grito de alegría me abalancé sobre él, abrazándole con piernas y brazos. Unimos los labios hasta que me dejó en el suelo sin aliento. -Has hecho un papel estupendo, todos te quieren y esas niñas no dejaban de mirarte. -Nos abrazábamos y no quería separarnos, su piel olía levemente a cloro, había quedado desinfectado, la ducha no había sido capaz de quitárselo. -¿Me la vas a dar? Hoy no te salvarás. -Le sujeté la verga, resultaba un buen trozo aun sin engordar. -Te la daré donde quieras muñequito, ahora soy tuyo y tu mío, podemos coger de nosotros lo que queramos. -¡Ayyy! Álvaro, tu verguita rica, la deseo puesta donde tu sabes. -Nos íbamos quitando la ropa con mucha prisa una vez que le dejé de abrazar, y sin quitarse el bóxer me sujetó para llevarme a la cama, yo totalmente desnudo. -Así no, los dos igual, se los baje y salió su verga aún blanda, una manguerita de piel oscura, con el glande cubierto por el ...