Mi amigo Marcos (o La paja del urogallo)
Fecha: 30/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... a medida que crecía. Al caminar procuraba que mis muslos presionasen suavemente mi escroto, lo que me producía un ligero placer en los testículos. Noté que la tela abultada sobresalía de la bragueta y, agarrándome el paquete, la metí con la mano hacia adentro. Me había puesto un boxer ajustado de lycra, lo que aumentaba aún más la sensación de suavidad, sobre todo en la punta mojada de mi pene, que había empezado a frotar suavemente con la palma de la mano… Salí de nuevo a la calle principal. De vez en cuando me cruzaba con coches, autobuses y otros transeúntes madrugadores o trasnochadores como yo. Ellos no conocían el secreto que se ocultaba bajo mi abultado chaquetón y que no era otro que un grueso pene de 17 centímetros, erecto, de cabeza rosada y húmeda, y cuya venosa piel mi mano aún fría deslizaba rítmicamente arriba y abajo… "Oh, Marcos - pensaba mientras seguía masturbándome en mitad de la calle -, pronto este paquete será tuyo y el tuyo mío, y daremos mucho placer a nuestros cuerpos…", y recordaba su cara y su cuerpo y la tersura de su piel, y cómo me abrazaba por detrás para poder apretar su paquete contra mi culo… Algunas personas con las que me cruzaba me miraban y no sé si alguna de ellas pudo ver la lujuria reflejada en mis ojos. Estaba muy excitado y me dejé llevar: con la mano izquierda me agarré la polla mientras frotaba la punta del capullo con la palma de la derecha o con la tela de la chaqueta, disfrutando al máximo de las placenteras sensaciones ...
... producidas en el húmedo capullo… Faltaban dos calles para llegar a casa cuando no pude más. Me apoyé en una esquina, me abrí totalmente la bragueta y (siempre por debajo de la parka, que seguía teniendo las mangas vacías metidas en los bolsillos como la cosa más natural del mundo) comencé a pajearme con frenesí. Sentía la necesidad de correrme. Bajé la mano izquierda por los huevos hasta detener el dedo corazón entre los testículos y el ano y presioné en ese punto… la otra mano, mientras tanto, continuaba su gozoso trabajo con extraordinario vigor… Pensé en Marcos sensualmente desnudo en mi cama, bajo mi cuerpo también desnudo, mientras le mordía la nuca y lamía su cuello, su espalda, sus firmes glúteos… pensé en lamer su ano y en penetrarle y volverle loco de gozo antes de enloquecer yo… Apoyado en la esquina, mis músculos se tensaron y chorros de semen comenzaron a brotar de mi interior con una fuerza brutal. Apreté los dientes y cerré con fuerza los ojos mientras pasaba la ola de placer, no sé si alguien me vio en ese momento… Dicen que el urogallo se queda unos segundos ciego y sordo durante el cortejo nupcial. Esta podría ser la paja del urogallo. Cuando hube terminado guardé la polla en el boxer, cerré la cremallera de la bragueta y puse rumbo a casa con las piernas aún temblorosas por la intensidad del orgasmo. Mi portal estaba en la calle paralela. Al entrar y cerrar la puerta busqué mi móvil en el bolsillo interior de la chaqueta. Habíamos quedado en hacernos una llamada ...