Una gran despedida de soltera
Fecha: 01/12/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Peli, Fuente: CuentoRelatos
... color, su suave tacto, o su agradable sabor, lo que más la entusiasmo, pero el caso es que estuvo un buen rato disfrutando de ellas. Cuando por fin abandono mis senos desnudos fue para arrodillarse, ansiosa, a mis pies, a la búsqueda de mi cálida intimidad, y demostrarme así que sabía manejar la lengua y los labios aún mejor que las manos; llevándome, rápidamente, a las puertas de otro orgasmo. Pero, a pesar de mi indecente situación, yo seguía pendiente de lo que hacia mi hermana. En el interior del camerino, y a juzgar por los fuertes jadeos de Nuria, supuse que esta ya había alcanzado tres o cuatro orgasmos a manos de sus fogosos amantes, que seguían penetrándola incansablemente, cuando el rubito del fondo se decidió por fin a intervenir. Este guapo jovencito estuvo unos instantes trajinando en los cajones mientras aseguraba a sus compañeros que el tenia lo que le hacía falta a la zorrita; refiriéndose, sin duda, a mi hermana. Al final saco de uno de ellos un impresionante falo de goma, aparatoso y gigantesco, de color rosa oscuro, al que se le veían claramente, a pesar de la distancia, los curiosos rebordes y salientes que rodeaban toda la larga estructura. El mismo se ocupó de humedecer con su boca el curioso artilugio, antes de situarse al lado del negro. El cual, en cuanto había visto los preparativos de su compañero se había apresurado a introducir uno de sus gruesos dedos por su acogedora entrada posterior; que lo celebro, gozosa, agitando las caderas aún más ...
... rápido. Viendo la facilidad con que había aceptado la intromisión pronto logro que otro dedazo se cobijara junto al anterior, provocándole nuevos gemidos de placer a mi viciosa hermana, que seguía contoneándose gozosa. Pero cuando el espectacular falo de goma ocupo por fin el lugar de esos osados dedos a la pobre Nuria se le descompuso la cara; gimió, y lloro, desesperadamente, sin que ninguno de sus amigos le prestara la menor atención. Yo, en mitad de un fuerte orgasmo, no sabía si intervenir o no, mientras veía como su tercer amante conseguía introducir casi todo el descomunal chisme en su orificio posterior. Estaba a punto de actuar cuando vi que mi viciosa hermana se orinaba, literalmente, en las piernas, mientras aullaba presa del más violento orgasmo que había tenido hasta el momento, gritando como una poseída. A partir de ese mágico instante su cara volvió a reflejar el gozo que la embargaba al tiempo que los muchachos se esforzaban, cada uno a su manera, en hacerle alcanzar un nuevo clímax, meneándose todos al ritmo de los lujuriosos movimientos de mi hermana. Pero todo tiene un límite, y pronto su primer amante eyaculo, abundantemente, dentro de su acogedora boca, no permitiendo que Nuria levantara la cabeza de su entrepierna hasta que hubo succionado todo lo que manó de su enorme fuente. Este chico, cuando por fin tuvo su largo aparato limpio y reluciente se bajó de la mesa donde ella apoyaba sus brazos, sentándose en el suelo para succionar y morder ansiosamente los ...