1. Emilio (Tarde-Noche)


    Fecha: 04/12/2018, Categorías: Gays Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... Dolores le dio las llaves de casa para que no tuviera que despertar a nadie cuando regresara de madrugada; y se pusieron a andar calle abajo. Antes de dar la vuelta a la esquina se volvieron para despedirse, agitando la mano; y Emilio, que había salido con ellos, respondió a su saludo y se dio la vuelta para entrar en casa. Se tumbó en la cama, y durante un buen rato estuvo dándole vueltas a todo, pero el tiempo pasaba y debía ir a la farmacia a por algunas cosillas, así que se puso una camiseta; y en bañador, se metió las chanclas de goma para salir. La farmacia estaba muy cerca; y, allí, hablando de todo un poco con la farmacéutica, que le había visto con los amigos de su abuelo en la playa, se enteró de donde vivía Pepe. Volvió a la casa; y después de prepararse para la fiesta, se puso sus calzoncillos favoritos, el pantalón corto, una camisa estampada que parecía de camuflaje y unas sandalias. Y salió a pasear. Después de haber recorrido varias calles admirando algunas casas y alguna que otra cosa mas, se encontró frente a un chiringuito, donde vio que algunas personas sentadas en la terraza disfrutaban de un bocata de jamón, con una chorreada de aceite y unas rodajas de tomate. Enseguida se le abrió el apetito; y se le antojó uno de esos. Se sentó en la barra y se quedó mirando la puesta de sol. - ¿No eres de aquí, verdad?, le dijo el camarero - No. He llegado esta mañana. - ¿De Madrid? - Si, de Madrid - ¡Yo también soy de Madrid!… Y le ofreció la mano - ¿Que va a ser? ...
    ... - Ponme un bocata de esos, de jamón con aceite y tomate... y una jarra de cerveza. Al camarero le había caído bien; y trató de hablar con él. Pero estaba muy ocupado atendiendo a la gente que estaba empezando a llegar. La terraza se llenó en poco tiempo y Emilio empezó a sentirse observado. Esas mujeres. No dejaban de mirarle… … pero, de repente, uno de los señores que estaban con ellas, se dio la vuelta y le miró saludándole. ¡Coño!, pero si son Álvaro y Santiago, se dijo a si mismo; y se dirigió hacia ellos. - ¡Buenas tardes! - ¡Hola, niño!, dijo Santiago; que se levantó y le presentó a las mujeres. - Esta es Rosa, la mujer de Álvaro y esta otra es Ascen, mi mujer - ¡Encantada! - ¡Mucho gusto! - Este muchacho es nieto de Marcos y Dolores, que ha llegáo esta mañana de Madrid, dijo Santiago. - ¡Un placer!. - Y esos dos diablillos, que andan por ahí correteando, son mi nieta y su nieto, que son de la misma edad y siempre que nos juntamos se la pasan pipa. - Si quieres sentarte un ratito con nosotros... - ¡Rosa!, dijo Álvaro. Deja que haga lo que quiera, que seguro que tiene plan ¿verdá? - Bueno, he salido a pasear un rato. Todavía no conozco a mucha gente aquí. Pero sí, le tomo la palabra y me siento con Vds. mientras me como el bocata que he pedido... ¿les parece?. - ¡Claro, hijo! El camarero se dio cuenta que se había sentado con ellos y le llevó el bocata y la jarra de cerveza, tomó nota de lo que iban a tomar los señores y regresó a la barra. Ese camarero era una belleza, ...
«1234...7»