El acelerado encuentro con una amiga de mi novia - Relatos Eróticos

El acelerado encuentro con una amiga de mi novia

... experiencia.Al final me ganó, me hizo acabar antes a mí. Yo quise estirarla un poco, pero era imposible, finalmente tenía sus tremendas tetotas delante mio, rebotando firmes con el ritmo de la masturbación, y no podía pensar en otra cosa. Cuando yo estaba por acabar, saqué su mano para seguir masturbándome yo mismo y le pedí que se agachara para dejarle mi leche caliente entre sus tetas.. lo hizo lentamente hasta que yo la empujé violentamente porque estaba por largar el chorro. Apenas llegó abajo, mi pene explotó, dejándole tremenda mancha de leche bastante espesa en los pechos. Cuando terminó de salir la última gota, me agarró la verga y se la frotó para esparcir bien la leche. Me miró sonriendo y me dijo:Quedate con esta imagen.Yo no quería dejarla sin premio, se merecía lo mejor. Entonces la subí a la mesa, comencé a besarla en la boca, bajando hacia el cuello mientras con mis manos le esparcía la leche en los pechos, hasta que puse mi cabeza entre sus piernas y comencé a lamerle toda la concha. Primero lentamente, jugando con mi lengua desde su ano ...

... hasta el clítoris mirándola a los ojos, mostrándole que muchas veces me había imaginado tenerla así, abierta de piernas y haciéndola gozar. Finalmente la agarré bien fuerte de las piernas, la empujé contra mi boca y comencé a lamerle el clítoris, chupando y moviendo mi lengua rápidamente, mientras movía también mi cabeza, hasta hacerla acabar. Su gemido se debe haber escuchado en algunas habitaciones, pero ella no parecía preocupada. La situación la tenía demasiado caliente como para disimular.Cuando acabó, se acercó a mi boca, agitada y sonriente, me dio un largo beso y me dijo “no lo hagamos nunca más”. Su sonrisa pícara mientras lo decía me da esperanza de que habrá un segundo relato. Esta vez espero que sea en su escritorio, para concretar mi mayor fantasía.Todo esto duró apenas 6 o 7 minutos, pero fue increíblemente intenso y pasional. Ahora esos minutos son tan eternos como la imagen de ella frotando mi verga contra sus tetas bañadas en mi leche. Nunca en mi vida estuve más caliente que en esos pocos minutos que duró el acelerado encuentro que tuvimos.