Amatista -6
Fecha: 13/12/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
... que va atravesando el cuerpo, transmitido a los pezones, constantemente pinzados y estirados, mordidos por las puas que los laceran -. Vamos flor, espero más de ti, espero que tu pollita crezca un poquito, que tengas un tallo más esbelto, más visible. Quizás pueda ayudarte tu otra compañera - voy a suplicarle que no lo haga Señora, que podré hacerlo, que voy a hacerlo, cuando aparece por la puerta. Me giro bruscamente al oir su voz, aún no sé cómo, consigo girarme i situar la silla mirándola, ocultando la pollita debajo del tablero, soportando, creo que disimulando el dolor que me atraviesa, cuando me dice que es la hora de comer. Mira fijamente mi pecho, más incluso que antes. Me he olvidado de la vestimenta que luzco. Con los movimientos, la fugaz cabalgada de laura, sin darme ninguna cuenta, se ha abierto otro boton de la camisa, dejando bien a la vista el sujetador, el canalillo que debería estar ahí, las copas del sujetador que asoman, dejándome en evidente ridículo, rebajado, con la imagen del incierto sexo, patético, que tengo, o no tengo. Instintivamente, ante lo evidente, casi sensual, abrocho el botón que se ha soltado, mientras se da media vuelta y me deja ahí, con no sé qué expresión, latidos desbocados, aunque feliz por la tremenda humillación que me invade, por el aspecto que tengo, transformado en algo que hace que mi sangre hierba y ansíe todavía más pertenecerle, al menos ser aspirante de serlo y de complacerla. - Vaya flor, menuda sorpresa. ¿Te ha pasado ...
... rápida la mañana? - le digo que sí -. Bien, estate tranquilo, solo ha visto lo que pareces, putilla. Nada sabe de tu condición ni de que te debes a mi. Ni lo sabrá. Solo ha visto un marica cornudo. Y no me extraña, con esa planta, tan bueno como y estás asi, todo marica, vicioso, denigrado hasta el punto que ya solo hace falta que te vea con una polla en la boca, aunque a falta de polla, bien vale un consolador. Quizás sea su sopresa para esta tarde, o mañana, quién sabe - cada palabra, cada frase me hace desear no parar de avanzar, de ser, mostrarme como Usted desee, como el marica con falda rosa (ahora entiendo por qué ese color), a la luz, mostrado ante quien desee, incluso ante mi compañera que ya piensa en lo pervertido, en lo bajo que he llegado a caer y que, sin embargo, me hace estar tan feliz, entregado, adorándola cada vez con más entrega, obediencia, con absoluta sumisión -. Flor, ahora toca comer, pero por la hora que se ha hecho, no te muevas, lo vas a hacer ahí. No te preocupes, Laura se ocupa de todo. Está organizado. Aparece laura por la puerta, con una cuerda en las manos. Se acerca a mi silla, agachándose, da una vuelta con la cuerda al tobillo derecho, tira hacia arriba, doblándola y lo sujeta a la parte baja de la silla, no sé exactamente dónde. Da una vuelta al tobillo derecho, tira de la cuerda también hacia arriba, dobla la piernna hacia atrás, retira lo que puede la silla, aún sujeta, estirada, dolorida la pollita, tensándola, estirándola un poquito más. ...