1. (5) Reflexiones sin bragas


    Fecha: 17/12/2018, Categorías: Otras Categorías, Hetero Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... -Ahhhhh… Además, eres una monería… -Muchas gracias. Ana giró el cuello para mirarla. -Uuuuuh… sigue, perra amarilla uuuuuuy -Tú sí que eres hermosa. Ana no pudo aguantar y la besó. En ese momento Ainhoa soltó un pedo y el señor Ling lo olió con gusto. A continuación enrolló un billete de 500 euros y lo introdujo por el ano de Ainhoa. Ana le metió la lengua y la traductora se la chupó con placer. -Córreme… Pero la traductora frenó el frotamiento. -Lo siento, pero son órdenes del señor Ling. La polla venosa del señor Ling se dejó ver con su punta cabezona. -Ya sabes lo que hacer, cariño –la animó la traductora para acercarse del todo y subirse sobre los muslos del magnate chino. Y así lo hizo Ana. Esta vez el pedo de Ainhoa fue largo y sonoro. Otro billete de 500 euros por el ano. -Ayúdame, ¿vale? –suplicó Ana a la traductora. -Tranquila. Yo estoy contigo. La traductora calculó el contacto vaginal y procuró un comienzo satisfactorio. -Coño… –Ana no esperaba ese grosor y esa largura. -Un poco más, cariño –pidió la traductora. Ana bajó más la pelvis y eso entró con un placer inmenso. -Salta. Ana obedeció y propinó los primeros saltos. La traductora estuvo pendiente en todo momento del proceso coital. Los gemidos de Ana pasaron a gritos. El señor Ling se agarró al culo de Ainhoa con la mano derecha y con la otra al culo de su traductora. -El señor Ling dice que eres la más hermosa de su harén. -Ohhhh… gracias… -Ahora el señor Ling dice que quiere un pelo de tu pubis. -Si, joder, ...
    ... vale OHHHHH COÑO El señor Ling discute con su traductora. Ella asiente y arrea un bofetón al culo de Ana. -¡Au, coño! ¡Me ha dolido! Pero vino un segundo azote. -¡Ay, joder! La traductora soltó el brazo y arremetió un tercer golpe, esta vez con violencia. -¡AUUUUU! -El señor Ling quiere tu eyaculada en un vaso. Pero Ana ya ni pensaba ni escuchaba. Solo tenía alma y cuerpo para su coño gozoso. -YA YA YA YA VIENE El señor Ling alentó a su traductora que como una centella encontró un vaso y volvió. Ana no aguantaba más. Los saltos eran continuos e incesantes. Y en un intercambio de orgasmos alcanzó la plenitud final. El señor Ling la agarró de las caderas y la levantó para desclavarla. En el lugar de la polla, la traductora colocó el vaso y Ana fue llenándolo de sus chorreos de flujo. -MMMMM qué gustazo… Casi rebosa el vaso. Un tercer pedo ventoseó Ainhoa con el sonido de una trompeta desafinada. -Uy uy uy –sufría Ana espasmos. La traductora aguantó con el vaso para recoger el máximo posible. Dijo algo en chino y el asiático rio complacido. Ana se bajó del sofá con un tembleque de piernas. -Hey, mi billete –se quejó Ainhoa, pero esta vez el señor Ling le metió un cheque de seis cifras. Y le pegó un bofetón en la nalga derecha como despedida. -Buena corrida, cariño –la felicitó la traductora. -Gracias. El señor Ling cogió el vaso de flujo. En un principio se deleitó oliéndolo y luego se lo bebió a sorbos, como si fuese un licor selecto. Se relamía en cada buche. Se tomó su tiempo ...