Desculando al pequeño mendigo de 10 años
Fecha: 19/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: obramaestra, Fuente: SexoSinTabues
... “tamaño caramelo”… Creo que no se percató de que yo había regresado… Salió del baño distraído, caminando directo hacia el living donde había dejado su ropa. Dejando a su paso un rastro de agua que se escurría por todo su cuerpito lampiño. Cuando me vio, ya había “desfilado” unos cuantos pasos hacia donde yo estaba. Se puso colorado, y se tapó su pene con sus manos. Me dijo “me dijiste que me bañara”, a lo que respondí “bien, pero por qué no te secaste con la toallas que dejé colgadas en el baño”. Mis ojos recorrían todo su ser, saboreando ese manjar “llenito” que parecía gritarme “cómeme yaaa!”. Miró hacia el asiento donde había dejado su ropa, la estaba por agarrar cuando le dije que mejor revisemos a ver si había algo limpio para que se ponga. Le dije que iba a poner a lavar su ropa en el lavaropas que dejó mi tío. Así que se quedó desnudo, tapado sólo con sus manos, dejando al descubierto su cuerpo, y sus hermosas nalgas, bastante infladas, tiernas. Lo vi un poco avergonzado, pero le dije “no te tapes, no tienes nada que yo no haya visto antes”. Le dije con tono de broma, pero internamente con una lujuria total. De su talla no encontré nada, sólo una playera blanca de mi tío que le quedaba hasta las rodillas. Las playera estaba gastada, por lo que se transparentaba un poco, se veían sus pequeños pezones por debajo. Estaba llegando la noche, el día se tornaba un muy entretenido debido a la tierna compañía que tenía. Le pedí a Nico que se sentara en la cama de dos plazas ...
... de la habitación, coloqué una película muy popular en esos días, “avatar”. Él no la había visto, así que le encantó. Nicolás se había sentado con las piernas cruzadas, como no traía nada debajo de la playera que le di, se podía ver su pene y sus hermosas bolitas por debajo. Mi pene estaba que explotaba. Me saqué mi camiseta, quedando sólo en short. Me senté pegado a él, pasé mi brazo izquierdo por su espalda, y coloqué mi mano en su cintura. Él notó que lo abracé, pero no dijo nada. Transcurría la película, y Nico hacía comentarios sobre la misma. Yo le contestaba haciendo algún que otro chiste, y le hacía cosquillas en la lanza. Cuando se reía, aprovechaba y bajaba un poco las cosquillas, tocando con mis manos su pubis. Notaba cómo su pene se ponía durito. La película estaba por terminar, y ese juego de cosquillas estaba “cachondo”. Con todos esos movimientos logré posicionar mi mano sobre su pene, solo se lo agarraba despacio, sin hacer movimientos. Nicolás, de casi 11 años, miraba la película, cada tanto bajaba la mirada y miraba mi mano. A veces le soltaba el penecito tibio y paradito, y le acariciaba sus piernas, esas piernas gorditas, pero en su justa medida. No le sobraba nada… Cuando faltaban pocos minutos para el final, le pedí que se recostara hacia su lado izquierdo, y metí mi cabeza por debajo de sus piernas. El momento que había soñado llegó al fin,primero lo “comí” a besos entre las piernas, tenía piernas deliciosas, piel suave, con carnecita de dónde agarrar. ...