Volver a salir con mi mejor amiga
Fecha: 20/12/2018,
Categorías:
Confesiones
Hetero
Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos
... amigas comunes, criticábamos alguien presente en el bar que quería llamar la atención, de nuestros respectivos trabajos, de la que está cayendo con la crisis, que si fulanito o menganita están en el paro, en fin, charlamos de todo cuanto habíamos dejado de hablar en estos meses sin vernos. Lo cierto es que tanto a ella como a mí, nos fueron entonando y animando los vinitos y las cañas que tomábamos. Yo estaba ya algo contentilla cuando llegó el momento de acudir a la discoteca. Estaba relativamente cerca de donde nos encontrábamos. Por suerte no tuvimos que hacer mucha fila para entrar, eso sí, una vez dentro la sala estaba abarrotada. Nos movíamos con dificultad entre el barullo de la gente. Era inevitable rozarse para movernos. En alguna ocasión pude notar cómo me tocaban el culo o algún chico se arrimaba en plan cebolleta. También pude ver como los chicos se rozaban descaradamente con el cuerpo de Verónica. Recordé que mi amiga no llevaba bragas, mientras podía ver entre los destellos de las potentes luces como le tocaban el culo. “Que patéticos y ridículos resultan los tíos con esa actitud. ¡Que poco estilo!” pensaba cada vez que me sobaban también el culo o me daban algún pellizco, y me alegré de tener un marido como el que tengo. A mi marido lo conocí en un bar, nunca olvidaré aquella noche. Yo era muy joven. Lo cierto es que tuvo arte y gracia para presentarse sin conocernos, y lograr entablar una conversación conmigo. Me hizo reír, me invitó, fue un caballero, se ...
... mostró atento, y poco a poco me fue llevando a su terreno. Me acompañó a casa, y una vez en el portal, me besó en la boca por primera vez en mi vida. Exactamente igual que en las películas románticas. Me pidió el teléfono y seguimos juntos hasta la fecha. He de reconocer que me ha hecho muy feliz, e incluso pienso que es relativamente creativo en la cama y me ha descubierto un montón de experiencias maravillosas, aunque últimamente hayamos caído en la rutina y la monotonía de un matrimonio normal. Al margen de la afluencia de gente, el garito era realmente sorprendente. Se trataba de un edificio de cuatro plantas a cuál más espectacular. En el sótano sonaban siempre ritmos salseros, había un pequeño escenario en alto en un lateral donde una pareja de profesionales animaban a la gente de la sala a bailar salsa, merengue y ritmos latinos. La planta calle era la sala de baile principal. Allí la animación la ponía el dj de moda, y las gogo´s repartidas por varios pedestales, que bailaban bastante ligeritas de ropa para deleite de los presentes. Ya os imagináis, sonaba principalmente música tipo dance, house y electro. La pista central estaba abierta en el techo por el centro, junto con la primera planta. Esto es, su parte superior era otra de las plantas decorada con sillones y taburetes, desde la que podías ver apoyado en las barandillas centrales a la gente bailando abajo en la pista. Era la sala con menos gente, mucho más oscura. De hecho podías ver a parejas sentadas en los ...